Hace justo una semana, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, anunció que el departamento que dirige tiene previsto aprobar el Real Decreto para regular la formación de las especialidades en Ciencias de la Salud “en el último trimestre de 2020". De hecho, ha compartido su “compromiso” de que “vea la luz lo antes posible” y “quede resuelto este año”.
De esta manera ha respondido Illa a una pregunta del PNV en la sesión de control al Gobierno celebrada en el Congreso de los Diputados. En concreto, la diputada Josune Gorospe le cuestionaba al Gobierno “cuándo tiene previsto reconocer Urgencias y Enfermedades Infecciosas como especialidades sanitarias”.
Buscando las reacciones a este anuncio, ConSalud.es ha podido hablar con Juan González Armengol, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes), para obtener su punto de vista ante lo que parece el cumplimiento inminente de una demanda histórica.
"Creemos que Illa va en serio. El actual ministro es una persona que no tiene ningún tipo de motivación e interés ajenos al interés general"
"Lo valoramos positivamente, porque pensamos que va en serio. En el caso del actual ministro es una persona que no tiene ningún tipo de motivación e interés ajenos al interés general. Y el contexto técnico, social, administrativo, jurídico, político, sindical, profesional, internacional (La Unión Europea, la OMS y el resto del mundo) avala esta decisión. En este sentido es congruente y lógico. Especialmente atendiendo a la necesaria equidad que esta prestación implica", sostiene el máximo responsable de la sociedad científica de la Medicina de Urgencias y Emergencias en España.
Tal y como cita González Armengol, la necesidad de que sea Urgencias una especialidad médica reglada está por ejemplo en las ambulancias de soporte vital avanzado, que levan un solo médico, y en el 70% de los hospitales de la geografía española, "los únicos médicos que hay sí o sí durante tres cuartas partes del tiempo son los de Urgencias".
UNA DEUDA HISTÓRICA
"Los médicos de Urgencias deben tener una formación integral. Entre otras razones, su aprobación es una deuda ética y moral", indica el presidente de Semes.
Juan González Armengol lamenta que se llegue tarde. "En esta tragedia hay compañeros nuestros que han fallecido o tienen graves convalecencias. No necesitábamos que algo así ocurriera para ser reconocidos", asegura este urgenciólogo, que recuerda que en el contexto actual, la atención alas emergencias o catástrofes forman parte del cuerpo doctrinal de la especialidad.
"No es de recibo que se espere en el futuro que tengamos preparación porque nos la hemos buscado por nuestra cuenta, como así ha sido, y la hemos aplicado. En el mundo normal esto no es así. No se improvisa, y no se deja a la providencia estar preparado. En el año 2011, por ejemplo, el documento realizado por la Oficina Regional Europea de la OMS y la Comisión, fue elaborado por 6 personas, cinco de ellas Especialistas en Urgencias", explica a este diario el responsable de Semes.
"Urgencias deberá formar parte de la prevención futura de brotes de esta pandemia y de la prevención futura de otras emergencias sanitarias"
"Somos una parte esencial del sistema sanitario desde hace años", destaca González Armengol, que reconoce el rol fundamental de estos profesionales sanitarios.
Entre otras medidas, los servicios de Urgencias se han desdoblado para evitar que el coronavirus entre en los hospitales y los equipos de Emergencias han atendido con procedimientos cambiantes cualquier situación. "Colaboramos con Salud Pública, como el resto del sistema, detectando y comunicando posibles casos nuevos. Tenemos necesidad de cambiar procedimientos cada pocos días, por definición. Y no tenemos recambio de profesionales porque no existe esta formación reglada. Como se ha anunciado, otras especialidades requerirán de todos sus residentes al acabar. Y, por resumir, Urgencias deberá formar parte de la prevención futura de brotes de esta pandemia y de la prevención futura de otras emergencias sanitarias. Ya llevamos varias".