El 'datamatrix' llega a las farmacias de los hospitales: “Es muy positivo para el día a día”

Apenas se consultan los prospectos en los hospitales, y no están actualizados, por lo que normalmente se acude al Cima. El código 'datamatrix' simplificará el proceso

Un mujer consulta el prospecto de un medicamento (Foto. Freepik)
Un mujer consulta el prospecto de un medicamento (Foto. Freepik)

Con el cambio de año se dará un paso más para la eliminación de los prospectos de los medicamentos. El papel que acompaña en la caja a los fármacos será sustituido por un código datamatrix que permita acceder a la información del medicamento. El primer paso para llegar a esta meta será largo pero, posiblemente, seguro. A partir de enero de 2022 la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) establecerá en un proyecto piloto de dos años para probar el datamatrix en unos 50 medicamentos de uso hospitalario.

Los hospitales todavía no han recibido mucha información de cómo se establecerá exactamente, pero en los servicios de Farmacia celebran la iniciativa que se enmarca dentro de la evolución europea hacia la incorporación de nuevas tecnologías. Ya en febrero 2019 entró en vigor en Europa una directiva por la que se estableció la creación de un código comunitario, y desde entonces los proyectos han continuado.

En la normativa establecida por la Unión Europa, el código datamatrix se establece en los fármacos para identificarlos y evitar con ello falsificaciones. Recoge el código del producto, el código de reembolso, el número de serie, el lote y la fecha de caducidad, datos que proporcionan la trazabilidad e identificación individual de cada envase.

Con el datamatrix el sanitario puede acceder a información del medicamento como efectos secundarios, contraindicaciones determinadas…

En el caso anunciado por la Aemps, el código datamatrix no serializado permite acceder a través de una tabla de correspondencias al número de registro (dosis y forma farmacéutica) del medicamento alojado en el Nomenclátor de prescripción de la Aemps. Pero, además, con él código se puede acceder al prospecto disponible en el Centro de información online de medicamento de la Aemps (Cima). Algo que facilita especialmente la labor de los farmacéuticos.

“En el hospital no usamos apenas los prospectos, damos dosis unitarias, y en el caso de necesitar información consultamos a Cima”, señala a Consalud.es la Dra. Queralt Gorgas, jefa de Farmacia de Vall d´Hebron. No acuden al prospecto del fármaco “porque no están actualizados” y, aunque en muchos casos las propias compañías farmacéuticas envían las actualizaciones a los sanitarios al correo, es más rápido acudir a la página del Cima donde se recoge todo.

“En España el 80% de los prospectos tienen datos estructurados. La idea es informatizarlo para poder hacer búsquedas concretas de efectos secundario, contraindicaciones…”, señala la Dra. Gorgas. Con el datamatrix el sanitario puede acceder a esa información del medicamento rápidamente, y que esta esté actualizada a diferencia del prospecto impreso de los medicamentos.

“Son medicamentos que usamos en terapia, quirófano o en el día a día y facilitará poder valorarlo”, señala la Dra. Gorgas

El proyecto piloto valorará el impacto de la supresión del prospecto en papel, “con el fin de orientar futuras revisiones de la regulación farmacéutica”, explica la Aemps. Para ello van a implantar el código en unos 46 fármacos de diferentes usos que permitirán valorar su viabilidad. “Es una lista que agrupa medicamentos que damos en diferentes sitios del hospital”, señala la jefa de Farmacia de Vall d’Hebron.

Son medicamentos que van, desde tratamientos para el cáncer de colon, el melanoma o el cáncer de vejiga, hasta soluciones de cloruro de sodio en agua para la deshidratación, pasando por anticoagulantes o fármacos para tratar enfermedades provocadas por hongos de la especie candida. “Son medicamentos que usamos en terapia, quirófano o en el día a día y facilitará poder valorarlo”. La experta considera que se ampliará porque “el resto de Europa trabaja en ello”. Y si se amplía a más medicamentos acabaría llegando a las farmacias.

SIN PROSPECTOS EN LAS FARMACIAS

Para que la implantación de código datamatrix llegue también a los medicamentos de venta en farmacia es necesario que el programa piloto, de mínimo dos años, funcione. Después se ampliará al resto de fármacos de uso hospitalario, para más tarde llegar a las farmacias. Faltarán años, pero, tal y como refleja la Dra. Gorgas, se ampliará porque es lo que también se busca en Europa.

 “El 80% de los que usan medicamentos son personas mayores”, recuerda por teléfono Eduardo Satué

¿Están preparadas las farmacias para este cambio? “El 80% de los que usan medicamentos son personas mayores”, recuerda por teléfono Eduardo Satué, vicepresidente 2º de la Sociedad Española de Farmacia Rural (Sefar). Que la mayor parte de los usuarios de las farmacias no estén familiarizados con la tecnología, los códigos QR o videos multimedia, es algo a tener en cuenta. “Desde Sefar creemos que eliminar el prospecto de los medicamentos puede generar un problema a los pacientes, y lo principal es no poner en riesgo su seguridad”.

Todavía no se conoce exactamente como se implantará, ya que primero hay que ver que funciona en los servicios de Farmacia de los hospitales, pero por el momento se plantea que las farmacias puedan imprimir el prospecto a aquellos pacientes que lo precisen. “Es una medida absurda que genera un problema al paciente. Las farmacias dan información, pero como cuando compras un mueble, las instrucciones de uso tienen que estar en el paquete y ser accesibles a todos”, reivindica Satué.

Desde Sefar defienden que la implantación de los códigos datamatrix se hagan de forma complementaria, y no sustitutoria en un primer paso. “En la segunda fase se podría estudiar qué modelo de prospecto se puede implantar en los medicamentos”, señala Satué, quien continúa: “Pero nunca debe desaparecer un aporte físico en papel con la información básica, sin necesidad de que sea un prospecto”. “Es pronto para que se sustituyan estos elementos, quizá en diez años no hagan falta, pero ahora sería un prejuicio”, concluye.

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