"España forma enfermeras especialistas, pero el SNS mete a todas en la misma bolsa, literalmente"

La Asociación EIR asegura a ConSalud.es que es una buena noticia que se hayan aumentado las plazas EIR, aunque este incremento debe ir acompañado de medidas para que las CCAA distingan entre enfermeras y enfermeras especialistas al contratar personal

Enfermera (Foto. Freepik)
Enfermera (Foto. Freepik)

El pasado miércoles, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, comparecía ante los medios tras la doble reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, para anunciar de la oferta de plazas de Formación Sanitaria Especializada para la convocatoria 2022-2023. Darias presumía, un año más, de convocar “la mayor oferta de plazas de FSE de la historia” con 11.112 vacantes en total, hasta el momento.

De estas más de 11.000 vacantes, 1.953 corresponden a plazas para Enfermería (EIR). Se trata de 131 más que en la convocatoria anterior, cuando se ofertaron 1.822. Un aumento aplaudido por los profesionales, pero “indicativo de que aún no son suficientes” y de que todavía no se ha alcanzado “una cifra que garantice el relevo de especialistas”, asegura la Junta Directiva de la Asociación EIR a ConSalud.es. “Podremos decir que son suficientes cuando las plazas ofertadas se correspondan a las plazas acreditadas en las distintas unidades docentes y, de momento, estamos lejos de eso”, matizan.

Además, las enfermeras denuncian que el aumento de plazas requiere “de una lectura más profunda”. Y es que mientras se incrementan las plazas EIR, el Sistema Nacional de Salud “no facilita la incorporación laboral de las especialistas a las áreas y servicios para los que se han formado”. Es decir, en algunas Comunidades Autónomas no hay bolsas de trabajo específicas para la contratación de enfermeras especialistas y “en muchas en las que sí existen, están paradas, además de que no se las contrata como especialistas, sino como enfermera general”.

‘NO’ A LAS ‘ENFERMERAS TODOTERRENO’

En este escenario, las enfermeras recuerdan que aunque “a veces se argumenta que las competencias en materia de personal corresponden a las CCAA y no al Ministerio de Sanidad”, la realidad es que las enfermeras son especialistas bajo una normativa ministerial gestionada por la Dirección General de Ordenación Profesional – ahora encabezada por Celia Gómez – y que tiene entre sus funciones según el RD 735/2020, de 4 de agosto, “prestar apoyo tanto al pleno como a los grupos de trabajo de la Comisión de Recursos Humanos del SNS, con la finalidad de facilitar la cooperación entre el Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas”.

“España está formando a enfermeras especialistas, con perfiles profesionales muy concretos y competentes, para que el Sistema Sanitario nos meta a todas en la misma bolsa (metafóricamente y, no pocas veces, también literalmente)”

Es decir, “las CCAA son reticentes a reconocer las especialidades de Enfermería y el Ministerio de Sanidad, desde la DGOP, tampoco hace por integrar a las especialistas en el SNS”, apunta AEIR. El motivo no está claro, si bien las sospechas giran alrededor de la “falta de voluntad política” y las razones económicas, una vez que las enfermeras especialistas deben percibir un salario mayor. Pese al esfuerzo económico que supondría el reconocimiento de las especialistas, “la realidad es que tener personal especializado en las áreas para las que se han formado supone un aumento de la eficiencia del SNS”.

Esta situación se traduce en que al terminar la residencia, muchas enfermeras especialistas acuden a las bolsas de trabajo y en “demasiadas CCAA”, encuentran que las pueden llamar de “cualquier servicio”. “El resultado es una falta de reconocimiento profesional que cada vez nos va quemando más”, insisten las enfermeras. “Quemadas” porque ven que no son valoradas por el SNS, porque se han especializado para nada y porque son especialistas “en un sistema sanitario anclado en el ya desfasado modelo de la enfermera todoterreno”. Y aunque algunas CCAA sí están haciendo por revertir esta situación, el avance está siendo “muy lento y torpe”.

La consecuencia lógica es que muchas enfermeras se van o a otros países con mejores condiciones o a otras comunidades. Algunos traslados frecuentes, son los de las enfermeras especialistas en Familiar y Comunitaria, que dejan Andalucía para mudarse a Galicia o Castilla León, donde sí hay bolsas específicas de su especialidad. O enfermeras que se mudan a Andalucía, porque aunque está CCAA no tiene bolsas de Familia, sí las tiene de Pediatría, a diferencia de lo que ocurre en Extremadura.

La pandemia de Covid-19 alzó como héroes a los sanitarios y, “pese a evidenciarse la necesidad de un sistema sanitario fuerte, nadie se ha preocupado de blindar y reforzar la sanidad pública”

“España está formando a enfermeras especialistas, con perfiles profesionales muy concretos y competentes, para que el Sistema Sanitario nos meta a todas en la misma bolsa (metafóricamente y, no pocas veces, también literalmente)”, explica AEIR a este medio. “Hasta hace poco teníamos asumido que era normal tener un contrato de un mes en una UCI neonatal, hacer un verano en Atención Primaria, luego en una residencia sociosanitario y después en una unidad de Salud Mental. Ese modelo no tiene sentido si tenemos personal cualificado para esas áreas específicas”, sentencian.

Es por ello que apuestan por la “coherencia” y “optimización de los recursos humanos para que las enfermeras especialistas ejerzan en los servicios especializados en los que son competentes.

MATRONA, LA EXCEPCIÓN

La única especialidad que se libra de estar bajo estos criterios de la Administración es también una de las más demandadas y la primera en agotarse en la elección de plaza EIR: Enfermería Obstétrico-Ginecológica. Para ejercer como matrona en España, es necesario tener el título de enfermera especialistas, pero “en el resto de servicios especializados (Salud Mental, Atención Primaria, Pediatría, Geriatría y Prevención de Riesgos Laborales), no existe ninguna normativa de carácter estatal que haga necesario ser especialista para poder ejercer”, informa AEIR.

Por su parte, aunque en Enfermería del Trabajo no se contempla la misma regulación que en Obstétrico-Ginecológica, es cierto que la especialidad tiene “muchas salidas”. Esto se debe a que oferta pocas plazas y muchas empresas grandes y mutuas contratan a enfermeras con la especialidad, ya que “son profesionales con una gran formación en prevención de riesgos laborales y todo lo relacionado con salud laboral, elaboración de protocolos, gestión del riesgo… Aun así, en el SNS no se necesita la especialidad para trabajar en un Servicio de Prevención de Riesgos Laborales.

ENFERMERÍA TOMA LAS RIENDAS

Respecto a la situación global de las enfermeras, AEIR pone el foco sobre la manifestación acontecida en Madrid el pasado 18 de junio en el que toda la profesión salió a la calle para exigir - entre otras reivindicaciones - el reconocimiento del nivel A1, que traería un reconocimiento profesional y un aumento salarial.

"Tenemos voluntad de trabajar con el Ministerio y con las Consejerías para actualizar de una vez el encaje de la enfermera especialista en el SNS"

Al hilo y enfocándose en las condiciones laborales, destacan que la ratio española se sitúa en las 5,7 enfermeras por cada 1.000 habitantes, mientras que en la OCDE asciende hasta las 8,5. Esta notable diferencia también es reseñable dentro de nuestras fronteras. En Murcia, por ejemplo, hay 459 enfermeras por cada 100.000 habitantes, mientras que en Andalucía son 500 por cada 100.000 habitantes. En la otra cara de la moneda están Navarra yPaís Vasco, con 860 y 767 enfermeras por cada 100.000 habitantes, respectivamente.

“Evidentemente esto repercute en la capacidad de prestar servicios a la población y existe una clara brecha norte-sur en cuanto a dotación de personal, aunque la sobrecarga de trabajo es generalizada”. La pandemia de Covid-19 alzó como héroes a los sanitarios y, “pese a evidenciarse la necesidad de un sistema sanitario fuerte, nadie se ha preocupado de blindar y reforzar la sanidad pública”.

En este contexto, la Comisión de Relaciones Institucionales de AEIR trabaja “a todo gas” en la elaboración de documentos y realizando reuniones y acuerdos para avanzar en las reivindicaciones de las enfermeras residentes. Asimismo, continúan trabajando para recibir el reconocimiento del Ministerio de Sanidad como portavoces legítimos de las EIR y así poder estar en las mesas de trabajo y negociación, al igual que otras asociaciones y sindicatos. “Tenemos voluntad de trabajar con el Ministerio y con las Consejerías para actualizar de una vez el encaje de la enfermera especialista en el SNS”, concluye AEIR.  

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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