Para que un paciente sea tratado de la mejor manera posible es necesario que su médico cuente con ciertas libertades y una de ellas no puede ser otra que la libertad de prescripción. Esta es la conclusión a la que han llegado los expertos que han participado en la jornada “La toma de decisiones en el siglo XXI” que ha tenido lugar en el IESE Business School y que ha contado por el patrocinio de la compañía biofarmacéutica AbbVie.
El principal objetivo de la reunión ha sido revisar el modelo de toma de decisiones a través del método del caso, principal método de enseñanza del IESE basado en el debate e intercambio de ideas,
José Luis Andreu, jefe del Servicio de Rumatología del Hopital Universitario de Hierro de Majadahonda y presidente emérito de la Sociedad Española de Reumatología (SER), ha explicado que la libertad del médico a la hora de llevar a cabo los diagnósticos “es la mejor garantía para asegurar la estabilidad de los pacientes”.
Es vital que los médicos puedan tomar decisiones sin depender de decisiones de tipo administrativo, económico o político.
Además, la reunión ha servido para ayudar a dotar de las herramientas necesarias a los jefes de servicio de distintas especialidades a nivel nacional para abordar la toma de decisiones en este entorno complejo. Además, los expertos han podido compartir sus diferentes puntos de vista sobre como la toma de decisiones revierte en el sistema sanitario.
Para llevar a cabo los procesos de diagnóstico, además de ejercer la función prescriptora en las condiciones adecuadas, es vital que los médicos puedan valorar libremente cuál es la opción terapéutica más adecuada para cada paciente, independientemente de decisiones de tipo administrativo, económico o político.
EL ROL DEL PACIENTE
Durante la jornada se ha debatido sobre la importancia que debe tener el paciente a la hora de llevar a cabo el diagnóstico llegando a la conclusión de que la involucración del paciente en la toma de decisiones es un factor clave para preservar la calidad asistencial. José Soto, gerente del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, ha aclarado que “si el paciente no está de acuerdo en el tratamiento, no va a poner todo el esfuerzo que su médico le está pidiendo para que el resultado sea óptimo”.
Carina Escobar, secretaria general de la Asociación de Personas con Enfermedades Crónicas Inflamatorias Inmunomedicadas (UNiMiD) se suma a las declaraciones de Soto y asegura que “es importante que el paciente esté plenamente informado ante el inicio de un tratamiento con un medicamento biológico, o cuando se cambia un biológico por otro”.
La opinión del paciente es un factor que cada vez se tiene más en cuenta, de hecho, en menos de 30 años se ha pasado de un perfil de paciente que obedecía las órdenes de su médico a uno que codecide, empoderando así su papel.