Para la doctora Sagrario Mayoralas, presidenta de NeumoMadrid y miembro del comité científico de MindThe MAP, que está formado por neumólogos y médicos de AP, “es fundamental que los profesionales tengan oportunidad de consensuar de forma conjunta las pautas de mejora asistencial de los pacientes con EPOC, así como de evaluar las herramientas con las que contamos en la actualidad”.
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica afecta a un 20,2% de la población española entre 40 y 80 años
Antes de la reunión se realizó una encuesta a aproximadamente 150 médicos de Primaria, para identificar las principales controversias en el manejo de la EPOC. De la encuesta se desprende que más de un 80% de los médicos consideran las guías de práctica clínica de gran utilidad a la hora de tomar decisiones. DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
En el campo del diagnóstico, aún existe margen de mejora en la implementación de la prueba de referencia, la espirometría, ya que “la posibilidad de realizar espirometrías de calidad no llega al 50% de los centros de salud”, destaca la doctoraMayoralas.A este respecto, el doctor Javier Pérez, participante en las jornadas, señala que “la espirometría es una técnica sencilla pero exige entrenamiento para realizarla, por lo que se debe llevar el foco a la formación no solo del médico en la interpretación de resultados, sino también del personal de enfermería que realiza esta prueba”.
En lo referente al tratamiento, los médicos han coincidido en que, más allá de los síntomas clásicos como la tos, la expectoración o la disnea, se debe empezar a tener en cuenta otros factores relacionados con la calidad de vida, como la tolerancia al ejercicio del paciente. “Clásicamente hemos seleccionado el tratamiento del paciente por el grado de función espirométrica y ahora casi en un 70% de los casos estamos planteando las exacerbaciones y la calidad de vida como factores clave para tratar al paciente de una manera más global desde AP”, afirma Mayoralas.
En este sentido, el doctor Pérez añade que “hasta ahora habíamos asumido que el tratamiento estaba dirigido a mejorar los síntomas, pero con las novedades terapéuticas como la doble broncodilatación, es decir, la asociación de un broncodilatador anticolinérgico de acción prolongada (LAMA) más un beta-adrenérgico de acción prolongada (LABA), podemos dar un paso más, e intentar mejorar otros aspectos claves como la calidad de vida del paciente”.
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