La mayoría de estas agresiones fueron verbales (794), tales como amenazas, injurias o coacciones. Satse recuerda que el año anterior se contabilizaron 731 agresiones de este tipo, cifras que la organización sindical vincula con la mayor sensibilización de los profesionales sobre la importancia de denunciar conductas de esta índole.
Por otro lado, para CSIF resulta “preocupante” que el 22,83% de esas agresiones no tuviesen causa aparente, por lo que exige actuaciones en materia de seguridad para evitar esos casos, “que suelen ser los más conflictivos y los de peor solución”. Por situaciones, destaca el porcentaje (un 30,37%) de casos que fueron por estar en desacuerdo con el trato en el acto del profesional, mientras que muy alejados están otros motivos como demandar una prestación (9,59%), disconformidad con el tiempo de atención en el centro (7,99%) o demandar un tratamiento distinto al prescrito (7,29%), por citar las causas más repetidas.
A la luz de los datos, CSIF exige una modificación y adecuación consensuada y negociada entre administraciones, agentes sociales y económicos del Plan de Prevención y Atención de Agresiones a los Profesionales del SAS “para establecer mayores medidas y protocolos de actuación que eviten esos casos”.
Por su parte, el sindicato de Enfermería apunta que hay que incidir en las medidas preventivas, como aumentar la formación de los profesionales para afrontar situaciones conflictivas y continuar, junto a los equipos de prevención, con el diseño de protocolos de actuación ante agresiones o el desarrollo de actuaciones disuasorias, como la instalación de timbres en las plantas.

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