Evolución de las publicaciones de ensayos clínicos: escasa presencia femenina y dominio de EEUU

La investigación está liderada por la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y se centra en los ensayos clínicos controlados y aleatorizados publicados en los últimos 50 años en publicaciones científicas de alto impacto.

El 78% de las publicaciones españolas (1.581 de 2.020) han sido fruto de la colaboración con distintos países entre los que destaca Estados Unidos (Foto. Freepik)
El 78% de las publicaciones españolas (1.581 de 2.020) han sido fruto de la colaboración con distintos países entre los que destaca Estados Unidos (Foto. Freepik)
CS
17 enero 2020 | 11:00 h
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La ciencia ha evolucionado a pasos de gigante a lo largo de las últimas décadas. Los avances que se han producido han cambiado por completo la fotografía de la sociedad en diversos ámbitos y este nuevo escenario se ha construido únicamente sobre el pilar fundamental de la investigación.

Con esta fotografía de fondo la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha realizado una investigación centrada en el análisis de la evolución y características de los ensayos clínicos controlados y aleatorizados que se han publicado en los últimos 50 años en publicaciones científicas de alto impacto.

Los resultados de dicha investigación han sido publicados en la revista Trials y nos ayudan a conformar un mapa a través del que conocer cómo se distribuyen autoría, temas, países y revistas en las distintas publicaciones científicas.

Antes de entrar en materia conviene explicar que son los ensayos controlados y aleatorizados. Estos se erigen como la forma más creíble y fiable a la hora de acercarse a la evidencia científica. Título que ostentan gracias a su capacidad para reducir sesgos y extrapolar sus conclusiones a la población en general.

En este tipo de investigaciones se asignan los tratamientos de forma aleatoria a dos (o más) grupos de pacientes. En este punto hay que diferenciar el denominado como “grupo de intervención” (en el que se realiza la prueba del tratamiento experimental propuesto) y el “grupo control” (los pacientes que no reciben el tratamiento).

LA IMPORTANCIA DE LOS ENSAYOS CONTROLADOS Y ALEATORIZADOS

La investigación que atañe a estas líneas ha contado con la participación como autor principal del científico de la Escuela Nacional de Sanidad del ISCIII, Ferrán Catalá-López, permite poner sobre la mesa un mapa del impacto y las características de estas publicaciones de alto impacto en biomedicina, gracias a la información generada sobre autores, instituciones financiadoras, revistas biomédicas, países y ámbitos científicos estudiados.

"Los ensayos controlados y aleatorizados son fundamentales para establecer la seguridad y la efectividad de las intervenciones sanitarias. Los que se publican en las principales revistas biomédicas, como The Lancet o The New England Journal of Medicine, tienen un importante papel para guiar la toma de decisiones en la práctica clínica y en políticas sanitarias, y pueden producir un impacto inmediato en el cuidado de pacientes", explica Catalá-López.

"Los ensayos controlados y aleatorizados son fundamentales para establecer la seguridad y la efectividad de las intervenciones sanitarias"

A través de la revisión de las fuentes PubMed y Web of Science, los autores han analizado un total de 39.305 artículos publicados entre 1965 y 2017 en las revistas biomédicas de más alto impacto.

La gran mayoría de artículos pertenecen a The Lancet, Journal of Clinical Oncology y The New England Journal of Medicine. Las publicaciones pertenecen a investigadores e investigadoras procedentes de 154 países entre los que aparece España. Las naciones que mayor volumen de estudios han aportado a la investigación son Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Alemania.

ESTADOS UNIDOS, REINO UNIDO Y CANADÁ A LA CABEZA

En relación a esto los investigadores recalcan el importante incremento de las publicaciones de alto impacto a lo largo de las últimas cinco décadas. Un periodo en el que destacan las numerosas aportaciones de los países citados anteriormente y donde destaca, de forma negativa, la escasa representación que tienen los países en vías de desarrollo.

Las colaboraciones más intensas se han producido entre Estados Unidos con más de 18.000 artículos, Reino Unido con más de 8.000 y Canadá que ocupa la tercera posición con una cifra situada por encima de los 4.000 artículos.

Si ponemos el foco en España la investigación revela que ha aportado un total de 2.020 publicaciones que han sido analizadas.

AUMENTO SIGNIFICATIVO DE LAS PUBLICACIONES

El estudio señala como un punto positivo el paulatino avance en el número de publicaciones de ensayos científicos que se ha producido a lo largo de las últimas cinco décadas. Ejemplifica este incremento tomando como referencia un análisis previo que muestra cómo en 1970 se habían identificado 369 artículos publicados de ensayos clínicos en todas las revistas biomédicas.

Una cifra que en el año 2000, tres décadas después, se situaba en las 11.159 publicaciones. "En este trabajo se observa que el 60% de los artículos analizados se ha publicado después del año 2.000, con un crecimiento constante en las últimas décadas", añade el investigador. 

En 1970 se habían identificado 369 artículos publicados de ensayos clínicos en todas las revistas biomédicas. Una cifra que en el año 2000, tres décadas después, se situaba en las 11.159 publicaciones

Destaca que las características del propio sistema de publicación científica han posibilitado los avances en la comunicación de los resultados de los estudios y han mejorado la transparencia de los métodos utilizados. Como críticas, los autores del estudios manifiestan que son escasas las publicaciones analizadas que son de acceso abierto.

Catalá-López señala que los artículos más citados entre el total de publicaciones correspondían a "enfoques metodológicos novedosos y estudios dirigidos principalmente al manejo de enfermedades crónicas".

Si atendemos a las cuestiones sobre las que más versan las publicaciones analizadas aparecen control de la diabetes, la terapia hormonal sustitutiva, nuevos tratamientos para diversos tipos de cáncer, y terapias para enfermedades cardiovasculares como estatinas y antihipertensivos, entre otros. 

Se ha identificado además a 17 investigadores que han participado en más de un centenar de estudios. Todos ellos hombres lo que confirma la infrarrepresentación femenina, así como las dificultades y barreras que encuentran las científicas a la hora de publicar en las revistas más prestigiosas.

Los científicos más prolíficos pertenecen a las universidades de Duke y Harvard (Estados Unidos) y McMaster (Canadá). La revista The New England Journal of Medicine acapara la mayor parte de los estudios más citados, seguida de lejos por The Lancet y Journal of The American Medical Association). 

EL PAPEL DE ESPAÑA

"No parece que estemos mal situados en términos de producción científica, con un nivel equiparable al de países como Australia, Bélgica, Dinamarca o Suecia, aunque por detrás de líderes como Francia, Italia y Holanda", ha destacado señalando a Estados Unidos como el país colaborador en la mitad de las publicaciones españolas.

Y es que el 78% de las publicaciones españolas (1.581 de 2.020) han sido fruto de la colaboración con distintos países entre los que destaca Estados Unidos con el que firmamos de forma compartida 1.017 de las 2.020 publicaciones.

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