Medicina de Familia apuesta por los inhaladores sostenibles para preservar la salud planetaria

La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) ha publicado 'Qué hacer y no hacer en salud planetaria', un documento elaborado por el Grupo de Trabajo de Salud Planetaria y que busca ser "lo más práctico posible" para los facultativos.

Inhalador presurizado
Inhalador presurizado

La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) ha publicado 'Qué hacer y no hacer en salud planetaria', un documento elaborado por el Grupo de Trabajo de Salud Planetaria de la sociedad científica de Atención Primaria y que busca ser una guía "lo más práctica posible" para los facultativos del primer nivel asistencial.

"Es objetivo es que la apliques en tu día a día: en la rutina de tu centro de salud o consultorio, cuando valores a tus pacientes, a la hora de recomendar actividades de prevención y promoción de la salud, en el momento de prescribir o en las actividades con tu comunidad", apuntan, agregando que "ha llegado el momento de incluir en tu día a día la perspectiva en salud planetaria, porque no hay PLANeta B".

Dentro de los diez consejos que aportan los especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria (MFyC), el quinto apuesta por "no prescribir inhaladores pMDI si existe una alternativa mejor". Las autoras de este apartado, Anna Fernández Ortiz y María del Campo Giménez, expresan que "todos los fármacos tienen un impacto en el medioambiente: la huella de carbono de la producción, el almacenaje, el empaquetado, el transporte y la gestión de los residuos".

Se calcula que el cambio de un sistema pMDI a DPI o SMI, manteniendo el mismo principio activo, supone una reducción de la huella de carbono de un 95-98% por inhalador

Sin embargo, añaden, los inhaladores tienen otro factor añadido: el propelente de los sistemas presurizados pMDI (pressurized Metered Dose Inhaler), los gases hidrofluorocarbonos (HFC), con un efecto invernadero más potente que el CO2.

En España, los pMDI representan cerca del 50% de los broncodilatadores totales usados, lo que equivale a 400.000 toneladas de CO2. De ahí la importancia de intentar minimizar el uso de este tipo de inhaladores pMDI en favor de los sistemas que no usen gases con efecto invernadero, como los inhaladores de polvo seco(Dry Powder Inhaler,DPI) y los inhaladores de niebla fina (Soft Mist Inhaler,SMI).

Se calcula que el cambio de un sistema pMDI a DPI o SMI, manteniendo el mismo principio activo, supone una reducción de la huella de carbono de un 95-98% por inhalador. Por ejemplo, entre los fármacos beta-agonistas de acción corta, una aplicación de salbutamol en dispositivo pMDI equivale a 60,4 g CO2 eq; teniendo en cuenta que se pueden utilizar hasta 8 aplicaciones diarias, equivaldría a 176,37 kg CO2 eq anuales, que es lo mismo que produce un viaje en coche de 978,5 km.

PRESCRIPCIÓN DE INHALADORES

Si las características del paciente lo permiten, se recomienda prescribir DPI y SMI, con una huella de carbono menor (hasta 18 veces, en el caso de los DPI). Estos dispositivos son igual de efectivos y coste-efectivos que los pMD.

Si las características del paciente lo permiten, se recomienda prescribir DPI y SMI, con una huella de carbono menor (hasta 18 veces, en el caso de los DPI)

La prescripción del tipo de dispositivo siempre se realizará teniendo en cuenta las características del paciente y sus preferencias en cuanto al tipo de dispositivo, por lo que es útil disponer de materiales de apoyo para la toma de decisiones compartidas.

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