El 50% de los facultativos en activo en España son médicos de Familia, una especialidad que absorbe el mayor número de plazas ofertadas en las pruebas de médico interno residente (MIR). No obstante, la Medicina Familiar y Comunitaria (MFyC) carece de un área de conocimiento propia y tiene un papel irrelevante en la Universidad.
Conscientes de esta compleja situación, la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) ha decidido tomar cartas en el asunto y ha organizado este jueves, 14 de marzo, la I Jornada Nacional sobre Medicina de Familia y Universidad. Con el propósito de conocer en profundidad el encuentro, ConSalud.es ha charlado con los doctores Vicente Martín, José Manuel Comas y Alfonso Barquilla, vocales del Área de Universidad de la institución, para ahondar en todas estas circunstancias.
"Al estar ausente la Medicina de Familia en los foros universitarios, es más complicado que la especialidad se apruebe"
"La Universidad no ha considerado, hasta ahora, la Medicina de Familia como un área de conocimiento", explican los facultativos. Y es que, tal y como señalan los especialistas, existe una tendencia que considera que el médico general obtiene su formación mediante la superposición del conocimiento de las distintas especialidades. "Esta creencia es un error conceptual y obvia el enfoque integral e integrador que tienen los médicos de Atención Primaria", manifiestan.
En declaraciones a este diario, los representantes de SEMERGEN destacan que la inclusión de nuevas especialidades depende, en gran medida, de la correlación de fuerzas en las facultades de Medicina y en la Universidad. "Al estar ausente la Medicina de Familia en este tipo de foros, es más complicado que la especialidad se apruebe", lamentan Martín, Comas y Barquilla.
"Los países con asignaturas y departamentos de Medicina de Familia en sus universidades, son los que consiguen estándares de investigación más elevados"
"Se da la paradoja de que la Universidad imparte asignaturas de 'superespecialidades' pero la Medicina de Familia no está incluida", exponen los doctores, quienes agregan que la situación ideal sería aquella en la que "la Medicina de Familia fuese una asignatura con entidad propia y que fuera impartida por facultativos de Atención Primaria".
ABRIRÍA LA PUERTA A LA INVESTIGACIÓN
Cuestionados por la relación entre la entrada de la Medicina de Familia en la Universidad y el impulso de la investigación en el primer nivel asistencial, los expertos revelan que la conexión es total. "Los países con asignaturas y departamentos de Medicina de Familia en sus universidades, son los que consiguen estándares de investigación más elevados, aumentando el prestigio de la especialidad entre los profesionales y la población general", concluyen.