El sindicato Médicos de Cataluña (MC), la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid ( AMYTS) y el Sindicato Médico de Euskadi (SME) han trasladado tras una "lectura minuciosa" del borrador de Anteproyecto de Ley del Estatuto Marco del personal estatutario de los servicios de salud elaborado por el Ministerio de Sanidad, que el texto evidencia que el recorrido de la regulación conjunta de las condiciones de trabajo de sanitarios "ha llegado a su fin".
Para las tres organizaciones, mayoritarias en sus respectivas comunidades autónomas, los aspectos más sensibles y polémicos de la propuesta ministerial afectan exclusivamente al colectivo médico y esto es una muestra de la “singularidad de la profesión”, que debe tener la capacidad de negociar de forma directa y segregada sus propias condiciones laborales y profesionales. En este sentido, MC, AMYTS y SME valoran la reforma del Estatuto Marco como un “punto de inflexión” que hace necesario un replanteamiento general del encaje de los médicos como personal al servicio de la Administración.
“Es una carencia de toda lógica que las especificidades de la profesión, determinantes para el funcionamiento del sistema, se negocien y regulen en un marco global, a menudo hostil para los facultativos"
“Es una carencia de toda lógica que las especificidades de la profesión, determinantes para el funcionamiento del sistema, se negocien y regulen en un marco global, a menudo hostil para los facultativos. Sanidad debe asumir que el camino es otro si quiere asegurar el liderazgo, la calidad y la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS)”, reflejan.
Los tres sindicatos lamentan que la ministra Mónica García haya hecho caso omiso a las demandas y reflexiones que le trasladaron personalmente el pasado mes de junio. “En lugar de ofrecer una mejora inequívoca de las condiciones de trabajo para que la sanidad pública sea el ámbito profesional de referencia y polo de atracción de talento, el ministerio opta por la imposición, prohibición y restricciones con el objetivo de tener atados de manos a los profesionales”.
Las organizaciones reprochan que con el borrador se sigue perpetuando “el esclavismo de la jornada complementaria”, a la que ahora sólo se hace un retoque estético con un cambio de nombre
En cuanto al contenido concreto del borrador, aseguran que Sanidad hace un “ejercicio de trilerismo” con el establecimiento de la nueva clasificación profesional, ya que el propio documento excluye cualquier efecto retributivo. Asimismo, la implantación de las guardias de 17 horas será “sumamente dificultosa” y muchas administraciones sanitarias optarán por continuar como hasta ahora, alegando razones organizativas o asistenciales, tal y como se les permite en el mismo texto estatutario.
Las organizaciones reprochan que con el borrador se sigue perpetuando “el esclavismo de la jornada complementaria”, a la que ahora sólo se hace un retoque estético con un cambio de nombre: “Se mantiene en los mismos términos singulares y lesivos por al profesional médico”.
"No serán pocos los facultativos que se plantearán el ejercicio en el ámbito privado con una necesidad de plantilla creciente a causa del incremento sostenido de la suscripción de pólizas por parte de la población”
La determinación de la exclusividad del ejercicio profesional en la sanidad pública para los jefes de servicio puede resultar “contraproducente” en el momento en que los médicos sitúen sobre la balanza las condiciones que ofrece el sector público y las compare con el privado. “La exclusividad obliga a elegir y, habida cuenta de la infradotación de recursos del SNS, que conduce en muchos casos a la precariedad, la presión asistencial y el agotamiento, no serán pocos los facultativos que se plantearán el ejercicio en el ámbito privado con una necesidad de plantilla creciente a causa del incremento sostenido de la suscripción de pólizas por parte de la población”.
Por último, el establecimiento, nuevamente por la vía de la imposición, de la dedicación exclusiva al SNS durante los cinco años posteriores a la obtención de título de especialista representa una “coacción intolerable de la libertad profesional que condiciona la carrera de los médicos jóvenes para retenerlos por la vía del castigo y no de la motivación y la ilusión”. Cuando todos los estudios y análisis concluyen que el bienestar profesional, basado en unas condiciones laborales y profesionales estimulantes, es determinante para la sostenibilidad del sistema, la Administración opta por una "política de puño cerrado retrógrada e inefectiva".
MC, AMYTS y SME hacen un llamamiento al conjunto de entidades y asociaciones colegiales, sindicales y científicas que representan al colectivo médico a unirse y hacer frente común ante el Ministerio de Sanidad
Por todo ello, MC, AMYTS y SME hacen un llamamiento al conjunto de entidades y asociaciones colegiales, sindicales y científicas que representan al colectivo médico a unirse y hacer frente común ante el Ministerio de Sanidad para conseguir el reconocimiento de la singularidad de la profesión médica y su plasmación en un espacio propio de negociación que favorezca los derechos del personal facultativo. Próximamente solicitarán una reunión con la ministra Mónica García para abordar la iniciativa.