Aumenta un 40% la presión asistencial en Urgencias, y no solo por el colapso de la Atención Primaria

En este último año las patologías respiratorias como el VRS o la gripe han aumentado principalmente en las personas jóvenes, según indica la Dra. Miguéns de SEMES

Acceso del Servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Navarra (Foto. EP)
Acceso del Servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Navarra (Foto. EP)

Desde que comenzara la pandemia Covid-19, todos los niveles asistenciales sufren una carga mayor de consultas a la que se suma la falta de personal. La Atención Primaria vive actualmente en España un colapso que hace que conseguir una cita para la semana siguiente sea un milagro. Y todo aquello que no va a Atención Primaria y requiere de cierta urgencia médica acaba en los Servicios de Urgencias.

Los servicios de Urgencias viven desde hace dos años un aumento de las consultas. En un principio la mayor parte del peso de este crecimiento era producido por la Covid-19, sin embargo, según va perdiendo fuerza el virus causante, el SARS-CoV-2, van apareciendo otras enfermedades respiratorias que han tenido en alerta las Urgencias entre los meses de abril y mayo de este año. Según datos facilitados a este medio por la Dra. Iria Miguéns, miembro de la Junta Directiva de Sociedad Española de Medicina de urgencias y Emergencias (Semes), solo en esos dos meses se ha vivido un aumento de entre un 20 y un 30% de la asistencia frente al 2021.

Solo en abril y mayo se ha vivido un aumento de entre un 20 y un 30% de la asistencia frente al 2021

“Desde la pandemia se ha producido un aumento del 40% de la atención en urgencias en nuestro país”, añade la Dra. Miguéns. Se trata de un escenario inesperado y excepcional que tiene su principal origen, no solo en el colapso de Primaria, sino en el aumento de las patologías respiratorias.

GRIPE Y VRS

Se preveía que uno de los escenarios posibles que dejara el SARS-CoV-2 fuera que al perder fuerza competitiva con las vacunas frente al resto de virus respiratorios, estos se hicieran más fuertes e intentaran moverse hacia otra época del año. Y eso ha ocurrido. Este 2022 los mayores casos de gripe no fueron en la temporada tradicional, de octubre a enero, sino que comenzaron a aumentar a finales del mes de febrero y alcanzaron su pico en la segunda semana de mayo, según los informes semanales del Grupo de Vigilancia de Grupo del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud de Carlos III (ISCIII). 

En cuanto a la otra infección común en otoño-invierno, el virus respiratorio sincitial (VRS) ha rondado durante el primer semestre del año el 1%, cuando el año anterior la incidencia raras veces superaba el 0,1%. Y a eso tenemos que seguir sumando la incidencia de la Covid-19. En el último informe publicado ayer martes, desde el viernes se habían notificado 50.235 nuevos casos, 122 muertes y una incidencia, en mayores de 65 años, que sigue subiendo.

En el verano 2020 las urgencias aumentaron con respecto a época prepandemia, este año calculamos que llegará a la máxima expresión

Estos datos llevaron a que en los meses de abril y mayo de este año se observara un incremento de la presión en Urgencias. Lo más llamativo es que las consultas han aumentado principalmente en niños y adultos menores de 65 años. “Hemos visto jóvenes con distintos cuadros respiratorios, broquiolitis en niños y VRS en adultos, no suele ser común”. Lo más frecuente es que a Urgencias, quitando los traumatismos y atenciones de traumatología que suponen el 30% de la atención, acudan personas mayores con cuadros respiratorios y sean estos los que acaben ingresados. Esto segundo sí se ha mantenido durante este tiempo, pero la presencia de adultos menores de 65 años ha aumentado.

En esta situación los Servicios de Urgencias, caracterizados por adaptarse al cambio, están observando un incremento del 40% de las consultas con respecto a años prepandemia. “Estamos dando el 200% con una pandemia en la que seguimos inmersos y con una presión inusitada debido a la falta de un filtro previo en Primaria”, reconoce la miembro de SEMES.

Ahora, además, se suma la temporada de verano, con golpes de calor y deshidratación, que son cada vez más prevalentes por una falta de prevención con el calor y por el efecto de las infecciones respiratorias. “Desde la pandemia los veranos han sido atípicos. En 2020 las urgencias aumentaron con respecto a época prepandemia, este año calculamos que llegará a la máxima expresión con las infecciones respiratorias, con lo que pasará con la atención primaria, que no lo sabemos, y con el desgaste profesional que venimos arrastrando”, concluye la Dra. Miguéns.

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