Primaria y mujer acumulan una pérdida de 1.500 plazas de formación sanitaria

La sección sanitaria del sindicato CC.OO. ha denunciado que las plazas ofertadas en 2018 para Medicina de Familia y especialidades de Obstetricia y Ginecología han sufrido un descenso de 1.590 plazas con respecto a 2010.

De izq. a der.: Pablo Vicente, Antonio Cabrera y Pablo Caballero, secretario de comunicación, secretario general y responsable de estudios de FSS-CC.OO.
De izq. a der.: Pablo Vicente, Antonio Cabrera y Pablo Caballero, secretario de comunicación, secretario general y responsable de estudios de FSS-CC.OO.

En apenas unos días, miles de estudiantes sanitarios se presentarán en toda España a las pruebas para acceder a plazas de formación sanitaria especializada. A pesar de que se ha producido un repunte en el último año, el balance con respecto al 2010 es aún negativo. Así lo ha denunciado este miércoles la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios del sindicato Comisiones Obreras (CC.OO.) tras realizar el Estudio de Plazas de Formación Sanitaria Especializada 2018, en el que han proyectado las plazas que se tenían que haber ofertado.

En este sentido, concluyen que ha habido algunas especialidades más perjudicadas que otras. Es el caso de Medicina de Familia, especialidad de Atención Primaria que acumula un déficitde 1.051 plazas con respecto a 2010, según CC.OO., lo que representa una cuarta parte del total de las plazas que se han dejado de ofertar en estos años (4.221 según ha proyectado el estudio de CC.OO.).

En total, FSS-CC.OO. ha cifrado en 4.221 el número de plazas de formación sanitaria especializada que se tendría que haber ofertado de más en 2018 con respecto a 2010

Sobre esta cuestión, el secretario de estudios de FSS-CC.OO., Pablo Caballero, ha puntualizado que al contrario que la especialidad médica, las plazas de Enfermería Familiar y Comunitaria sí que han aumentado, en 907 plazas, con respecto a 2011, primer año que se ofertaron. Aún así, considera que “no compensa” ya que “no realizan el mismo trabajo”.

Asimismo, los miembros de FSS-CC.OO. que han presentado el documento han destacado como el sector sanitario femenino se ha visto también perjudicado. Y es que, con respecto a 2010, se ha registrado un descenso de 199 plazas en la especialidad médica de Obstetricia y Ginecología, y 340 plazas para Enfermería Obstétrica y Ginecológica.

Según ha calculado FSS-CC.OO., basándose exclusivamente en el número de plazas ofertadas, en 2018 se van a ofertar 303 plazas menos que en 2010, una reducción del 4,2%. Del total de 48 especialidades, en 34 de ellas se ofertarán menos, siendo las más perjudicadas Medicina del Trabajo (-48,4%), Radiofarmacia (-44,4%), Farmacología Clínica (-36%) y Cirugía Torácica (-32%).

CRÍTICAS AL MINISTERIO

Desde CC.OO. denuncian que Sanidad adapta "la oferta de plazas a las fluctuaciones del presupuesto en vez a las necesidades"; además, critican que existe una "falta de planificación" y una "pérdida de centros acreditados"

Durante la presentación del documento, Pablo Vicente ha criticado que “no se está haciendo un estudio de las necesidades de especialistas de cara al futuro”. A pesar de que la Ley 44/2003, de ordenación de las profesiones sanitarias, establece una periodicidad, esto, comenta Vicente, “no se está cumpliendo”. En concreto, ha denunciado al Ministerio de Sanidad por “adaptar la oferta de plazas a las fluctuaciones del presupuesto en vez de a las necesidades”.

Por su parte, Antonio Cabrera, secretario general de FSS-CC.OO. ha resaltado que aunque ya se hayan concretado algunas necesidades, la realidad es que se produce “una falta generalizada en el conjunto del Estado”, motivada por la “falta de planificación del Ministerio y las CC.AA.”, así como la “pérdida de centros acreditados” como centros de salud y hospitales que “no pueden cumplir los requisitos actuales”.

Finalmente, ha valorado el incremento de facultades de Medicina. Sobre esta cuestión, Cabrera ha defendido “no vale hacer universidades por hacer si éstas no ofrecen unos requisitos de calidad”. En este sentido, ha defendido que la formación debe “complementarse con las necesidades” y si se aumentan las facultades debe haber “más plazas de formación”.

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