La terapia celular, una nueva alternativa para los enfermos de Crohn con fistulas perianales

La selección del paciente y el trabajo en equipo coordinado son claves para conseguir la eficacia en el tratamiento con el primer medicamento celular del mundo.

La enfermedad  (Foto. Freepik)
La enfermedad (Foto. Freepik)

Tras 20 años de estudio a fondo, la realidad clínica es que la terapia celular solo ha funcionado en el entorno antiinflamatorio que ayuda a la cicatrización. Gracias a este avance se ha desarrollado el primer tratamiento celular que resulta una alternativa “diferente”, para los enfermos de Crohn con fistulas perianales.

Aporta una solución eficaz al 50% de los enfermos con esta patología que veían mermada su calidad de vida ante el dolor y la supuración de las fístulas, según apuntaron los expertos del I COngreso VIrtual Digestivo de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), que participaron en la mesa ‘Terapia Celular. Una Realidad’ celebrada durante la segunda parte del Congreso en los días 18 al 20 de junio.

En el proceso de desarrollo de este tratamiento se ha descubierto que las células controlan el proceso inflamatorio. Teniendo en cuenta que la gran mayoría de las enfermedades humanas tienen una base inflamatoria, se trata de una esperanzadora vía para intentar resolver problemas que no se consiguen solucionar hoy en día en la parte clínica.

La incidencia dela enfermedad de Crohn va en aumento en los países industrializados

“Hace más de 15 años emprendimos un recorrido inusual un grupo de profesionales clínicos, por una necesidad real que encontramos con pacientes con enfermedad de Crohn que tenían fistulas perianales que, a pesar de ser operadas en varias ocasiones, no conseguían curarse”, explica Dr. Damián García Olmo, especialista de Cirugía General y del Aparato Digestivo y ponente en la mesa ‘Terapia Celular. Una Realidad’ durante la II parte del I COngreso VIrtual Digestivo de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD).

“Por ello, desarrollamos un programa de investigación básica para intentar llegar a la práctica clínica y aprender para llegar al laboratorio hasta conseguir desarrollar el primer medicamento celular en el mundo que funciona y que ha sido aprobado para los enfermos de Crohn que tienen fístulas perianales” apunto el Dr. Damián García Olmo.

Los estudios muestran que la incidencia de la enfermedad de Crohn va en aumento en los países industrializados, muy ligado al desarrollo del país. En la actualidad, en torno al 40% de los enfermos de Crohn desarrollan alguna fístula perianal, con estos pacientes primero se intenta el tratamiento médico, pero menos del 20% responden, por lo que, para más del 80% restante es para el que se podría aplicar esta nueva terapia celular.

SELECCIÓN DEL PACIENTE Y TRABAJO EN EQUIPO COORDINADO

La selección del paciente es clave para el éxito del tratamiento, no todos los pacientes con la enfermedad de Crohn son candidatos para poder tratarse con este nuevo fármaco. Solo un subgrupo que tienen fístulas perianales (alrededor del ano) complejas, con un máximo de 2 fístulas y tres orificios, son susceptibles de ser evaluados, ya que es un tratamiento local que actúa solo sobre la fístula.

“Existe un protocolo específico que está aprobado por el Ministerio de Sanidad y que identifica a los pacientes susceptibles de este tratamiento. Son personas con una enfermedad de Crohn inactiva o con poca actividad, donde la enfermedad intestinal está muy controlada, sin actividad o muy poca. Sin embargo, la zona del ano no está controlada” comentó el Dr. Daniel Carpio López, especialista en Aparato Digestivo y miembro de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) y ponente de la mesa ‘Terapia Celular. Una Realidad’.

Este tratamiento solo está indicado una vez por paciente

Este tratamiento solo está indicado una vez por paciente, por lo que el papel del especialista en Aparato Digestivo es fundamental, dado que es el profesional que realiza la preselección del paciente en la consulta, es quien debe coordinar todo el trabajo en equipo y una vez realizada la intervención continúa con el seguimiento y evalúa al paciente, indicando si ha resultado eficaz el fármaco a los 6 meses de la intervención.

El trabajo en equipo coordinado es otra de las claves para conseguir el éxito del tratamiento, ya que el cumplimiento de los tiempos es fundamental porque son limitados. El fármaco se prepara de forma personalizada para cada paciente y sus células tienen unas condiciones de conservación muy concretas con solo 72 horas de supervivencia, por lo que debe de estar todo el equipo muy bien coordinado para conseguir realizar todas las pruebas y la intervención en tiempo.

El proceso completo depende de cuatro profesionales. El primero en la cadena, y por tanto el impulsor, es el especialista en aparato digestivo con la preselección del paciente en la consulta, aunque se determinan los candidatos finales con el resto del equipo. El segundo es el cirujano que evalúa junto al gastroenterólogo y realiza la intervención. El tercero en intervenir es el radiólogo, que va a confirmar si es el paciente indicado para realizar este nuevo tratamiento, con el resultado de las pruebas. Y finalmente el farmacéutico es el que tiene que solicitar el fármaco y mantenerlo vivo en las mejores condiciones hasta la intervención.

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