Al CNIO le sale caro el despido de un científico referente en cáncer de páncreas

El proyecto de investigación que lideraba ha pasado a otro centro donde ahora trabaja, el Hospital de Fuenlabrada, con lo que el Centro de Investigaciones Oncológicas ha perdido 2,5 millones de euros.

CS
18 junio 2017 | 23:58 h
María Blasco, directora del CNIO y Manuel Hidalgo, coordinador del Programa de Oncología Traslacional del Hospital Universitario de Fuenlabrada
María Blasco, directora del CNIO y Manuel Hidalgo, coordinador del Programa de Oncología Traslacional del Hospital Universitario de Fuenlabrada
La noticia se publicaba hace ahora medio año. El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) despedía al científico Manuel Hidalgo, uno de los investigadores más reputados tanto a nivel nacional como internacional y referencia en cáncer de páncreas. Como consecuencia, el asunto se intentó llevar incluso al Congreso de los Diputados.

Con la salida del científico, el CNIO ha perdido también valiosos proyectos de investigación en cáncer de páncreas
El Grupo Parlamentario Ciudadanos solicitó la comparecencia en la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales de la directora del CNIO, María Blasco. El objetivo no era otro que aclarar la situación actual del centro y sus retos futuros. Este profesional dejó el centro tras sufrir un despido disciplinario “por incompatibilidad”, “ya que su presencia en los últimos meses ha sido prácticamente inexistente”, se afirma en una información publicada en su día por el diario El País.

Recientemente este mismo periódico ha elaborado otra noticia en la que se afirma que el CNIO ha perdido 2,5 millones de euros a través de un proyecto de investigación sobre cáncer de páncreas que lidera Manuel Hidalgo. Desde el Consejo Europeo de Investigación (ERC) se ha aprobado transferir dicho estudio al Hospital Universitario de Fuenlabrada en Madrid, donde trabaja ahora el investigador.

AVANCES CONTRA EL CÁNCER DE PÁNCREAS

Manuel Hidalgo trabaja en un proyecto basado en una terapia biológica cuyo objetivo es estimular las defensas naturales del cuerpo con el fin de combatir el tumor en cuestión. Según este especialista, “consiste en coger el tumor del paciente, lo cultivamos, lo hacemos crecer en el laboratorio y después lo fusionamos en las células cancerígenas con unas de la sangre del paciente llamadas dentríticas. Estas son células presentadoras de antígeno, que hacen que el sistema inmune reconozca el cáncer y reaccione contra él”.

Los resultados hasta el momento son prometedores. “Tenemos datos de laboratorio muy interesantes y esperamos poder tratar a los primeros pacientes a finales de 2017 o principios de 2018”, avanza el director de la investigación a este diario. Lo cierto es que este experto subraya que la investigación en cáncer de páncreas en estos momentos es “muy activa”, teniendo en cuenta el mal pronóstico de la enfermedad. De hecho, afirma que gracias a los avances científicos, “se están conociendo de forma más detallada las bases biológicas de la patología”, por lo que “es de esperar que en el futuro cercano esto se traduzca en mejores medios diagnósticos y de tratamiento para esa enfermedad”.


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