Establece la igualdad efectiva y la ausencia de discriminación en el acceso a los servicios sanitarios
Ciudadanos incluye en esta ley la posibilidad para el paciente de rechazar un tratamiento o incluso la interrupción del mismo, sin que suponga el menoscabo de una atención sanitaria integral. Asimismo, establece la igualdad efectiva y la ausencia de discriminación en el acceso a los servicios sanitarios en el proceso final de la vida de la persona, con independencia de su lugar de residencia en todo el territorio nacional. La normativa indica la garantía de una atención sanitaria personalizada a través de la coordinación y cooperación entre los sistemas de salud y de servicios sociales velando por la continuidad de los cuidados.La ley incluye una serie de artículos en los que se regulan aspectos relacionados con el derecho a la información asistencial del paciente, también en caso de personas incapacitadas y menores de edad; sobre el consentimiento informado o el derecho a los cuidados paliativos y al tratamiento del dolor. Por último, se especifica el derecho a la intimidad personal y familiar.
La ley incluye una serie de deberes de los profesionales sanitarios que garanticen los derechos de los pacientes
La propuesta de Ciudadanos especifica en la ley una serie de deberes de los profesionales sanitarios que atiendan a personas en el proceso final de su vida, como que el personal médico responsable de cada paciente deberá garantizar el cumplimientos de los derechos del paciente. La normativa también regula el apartado destinado a las garantías que deben ofrecen los centros y las instituciones sanitarias.REGULACIÓN INCLUIDA EN SU PROGRAMA
Ciudadanos indicó en su programa electoral la intención de regular la muerte digna. La formación naranja participó en el consenso mayoritario de los países de nuestro entorno que regula que las personas sean ayudadas en el morir en caso de enfermedad no tratable con consecuencia irreversible de muerte o siendo paciente en fase terminal.
Concretamente, defendió la posibilidad de rechazar o interrumpir un tratamiento de soporte vital; el derecho a recibir cuidados paliativos dirigidos a evitar el dolor, aunque acorten la vida, incluyendo la sedación terminal cuando el dolor no se pueda controlar, y la facultad de dejar por escrito anticipadamente, mediante instrucciones anticipadas o testamento vital, la designación de la personas que representarán la voluntad de los pacientes.
Porque salud necesitamos todos… ConSalud.es