La Consejería ha rechazado readmitir al personal despedido del Hospital Provincial de Castellón, pese a las protestas de los profesionales y de la oposición política
Después de meses protestando por el “desmantelamiento” que estaba llevando a cabo el Consorcio que rige el hospital, y cuyo consejo de Gobierno está presidido por la propia Montón, parte de los trabajadores decidieron salir a la calle este viernes para reivindicar, entre otros múltiples aspectos, la readmisión de las17 personas despedidas en octubre, dentro de un plan de reordenación de recursos humanos iniciado por la consejería.La protesta, que coincidió con la celebración de un consejo de Gobierno extraordinario, precisamente para tratar este asunto, estuvo precedida por un encuentro de Montón con los propios profesionales. En él, miembros del sindicato CSIF entregaron a la consejera una carta para exponerle los principales problemas y volver a reivindicar “la inmediata readmisión de los trabajadores despedidos, así como la restitución de los puestos de trabajo amortizados y a los profesionales que los ocupaban”. La oposición política, liderada por el presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, también reivindicaba esta readmisión.
Todo ello, sin embargo, no influyó a la hora de que la Consejería, con el apoyo del Ayuntamiento de Alicante, rechazara en el mismo consejo de Gobierno readmitir a los trabajadores despedidos, a los que se les ofrecerá la indemnización pactada en el juzgado. El motivo de esta decisión se ha debido, según recoge El Mundo, a que Montón considera que Sanidad ya ha comenzado un proceso de consolidación de 109 empleos que seguirá en marcha en los próximos meses.
Si en Castellón el conflicto está por tanto lejos de solucionarse, no más tranquila es la situación en el Hospital de Alzira, Valencia, donde los vaivenes de la Consejería a la hora de aclarar qué ocurrirá con los trabajadores cuando, como tiene previsto, revierta la concesión administrativa del Grupo Ribera, ha llevado a la conformación de una asociación, Sanitat Sols Una, formada por cientos de profesionales y ciudadanos que defiende el modelo Alzira.
Entre las últimas quejas de esta asociación, se encuentra el rechazo a la intención que tiene Montón, según publicaba El Levante, de ofrecer a los sindicatos hacer “indefinidos no fijos” a los empleados. Esto, para la asociación de trabajadores, significa “claramente” que ningún empleado del departamento de Salud tiene el puesto asegurado, “como han intentado venderles hasta la fecha”, puesto que esas plazas tendrán que ofertarse, tarde o temprano, en una Oferta Pública de Empleo (OPE), y se irán extinguiendo estos contratos no fijos.
BOLSA DE EMPLEO Y NIVEL DE VALENCIANO
A nivel general, las últimas semanas en la Sanidad valenciana también han estado marcadas por dos polémicas que afectan directamente a los derechos laborales de los empleados. Por un lado, la apertura de la bolsa de empleo temporal en la sanidad autonómica ha levantado las protestas de diversos sindicatos, tanto por el baremo por el que se puntúan los méritos de cada facultativo, como por el propio proceso telemático de inscripción a la bolsa,que obligó incluso a retrasar unos días el plazo de cierre.
Por otro lado, y aunque en este caso sea competencia de la Consejería de Educación, la intención de la Generalitat de exigir un nivel medio de valenciano para personal facultativo y de enfermería ha sido firmemente rechazada por el Sindicato Médico de Valencia, desde donde lo consideran un aspecto más ideológico que de calidad asistencial o excelencia del sistema sanitario.
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