Los padres del bebé han contado con el apoyo de Donald Trump y el Papa
El bebé padece un síndrome infantil de encefalopatía mitocondrial que causa mutaciones en un gen de su ADN y le priva, según el dictamen del hospital que lo atiende, el Great Ormond Street Hospital de Londres, de “la energía necesaria para vivir”. Teniendo en cuenta el diagnóstico del centro médico, el juez Nicholas Francis, de la División de Familia del Tribunal Superior de la capital británica, reafirmó en abril la decisión del hospital de desconectar al pequeño de la máquina de respiración asistida que lo mantiene con vida. Igualmente, la resolución fue avalada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que consideraron que el niño tiene derecho a una muerte digna por sufrir una enfermedad “rara y mortal”.
Tras conocer el veredicto, los padres del pequeño, Connie Yates y Chris Gard, avivaron una campaña mediática para evitar que lo desconectaran, consiguiendo el apoyo para su causa de figuras como la depresidente de EE UU, Donald Trump, y la del Papa Francisco. Ahora, el magistrado deberá decidir si autoriza la petición de los progenitores de someter al bebé a un tratamiento de terapia nucleósica en el que tienen puestas sus esperanzas de que pueda mejorar.
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