Los países “no se encuentran preparados” para emergencias sanitarias como el huracán Irma

La OMS desempeña un papel esencial en este tipo de crisis, y en verano aprobaron un nuevo programa para abordarlo basada en experiencias previas. Para el presidente de la organización, Tedros Adhanom, falta una “vigorosa respuesta mundial”.

Sanitarios de la OMS atienden a víctimas del huracán Matthew, en Haití, en 2016.
Sanitarios de la OMS atienden a víctimas del huracán Matthew, en Haití, en 2016.
CS
7 septiembre 2017 | 20:00 h
A principios de agosto fue Harvey. Ahora, Irma. Nombres humanos que acarrean detrás una estela de destrucción, la que han sembrado a su paso por Estados Unidos y algunas zonas del Caribe dos de los huracanes más devastadores de la última década. Harvey se ha llevado por delante la vida de 11 personas y ha dejado temporalmente sin hogar a 30.000, la mayoría en la capital del Estado de Texas, Houston (EE.UU) . Los estragos de Irma no han sido menos catastróficos, con el peligro añadido de que la tormenta sigue avanzando todavía con peligro extremo hacia Cuba y Florida. El balance de muertos ya se eleva también a más de una decena, sumadas a unas pérdidas materiales descomunales. En la isla caribeña de Barbuda, la zona más afectada hasta la fecha, el 95% de las casas han quedado destruidas. Gestionar una emergencia sanitaria de tal magnitud requiere no pocos esfuerzos económicos, materiales y humanos, como pone de manifiesto la Organización Mundial de la Salud (OMS) , un agente con un papel primordial.

"Las emergencias sanitarias no solo se cobran vidas, sino que se encuentran entre los mayores riesgos para la economía y seguridad a los que nos enfrentamos"
Las competencias de la OMSa la hora de abordar este tipo de catástrofes se reforzaron precisamente a principios de verano. Entonces, los estados miembros aprobaron un nuevo programa de emergencias sanitarias, añadiendo capacidades operacionales a las funciones técnicas y normativas tradicionales que hasta entonces llevaba a cabo la organización.

Así, la medida va destinada a salvar vidas y reducir el sufrimiento en situaciones de crisis, ya esténprovocadas por conflictos, brotes epidémicos o desastres como los huracanes que copan la actualidad estos días. Abarca todo el ciclo de gestión de riegos, lo que incluye colaborar con los países para abordar las emergencias antes de que se produzcan mediante la mejora de la prevención y la preparación y, asimismo, ayudar en la respuesta a la emergencia, y una vez que ha pasado el evento inicial, en la recuperación, dirigiendo y coordinando la respuesta sanitaria internacional.

Tedros Adhanom, el presidente de la OMS, reconoció durante la alocución con la que presentó el programa ante el G-20 quelos países no se encuentran bien preparados para asistir a los 130 millones de personas en el mundo que necesitan asistencia humanitaria por algún tipo de emergencia sanitaria. “Con gran frecuencia actuamos como reacción a los hechos más que adelantándonos a ellos. Por tanto, necesitamos una vigorosa respuesta mundial: debemos permanecer conectados en este mundo interconectado”.


Adhanomsolicitó también a los dirigentes de los países, “apoyo para la salud mundial. Porque las pandemias, las emergencias sanitarias y los sistemas de salud débiles no solo se cobran vidas, sino que se encuentran entre los mayores riesgos para la economía y seguridad mundiales a los que nos enfrentamos hoy en día”.

CAMBIOS Y LOGROS

El papel actual de la OMS en este tipo de crisis se remonta a agosto de 2016, fecha en la que empezó a poner en práctica nuevos procesos de gestión de emergencias, que abarcan la evaluación de riesgos, la clasificación y la gestión de incidencias, cimentados en la experiencia de otras catástrofes recientes. Por ejemplo, en respuesta al huracán Matthew en Haití, que mató a un centenar de personas, la organización internacional estableció dos oficinas sobre el terreno, además de desplegar a equipos multinacionales de expertos y enviar suministros y medicamentos esenciales.

El protocolo de la OMS abarca la evaluación de riesgos y la clasificación y la gestión de incidencias
Es también el protocolo adoptado en los casos recientes, como informa la OMS. En un comunicado, la organización asegura que, con respecto al huracán Irma, “se están tomando medidas preventivas para proporcionar el apoyo necesario a las autoridades, y se ha preparado un equipo de especialistas en infraestructura, ingeniería y administración para apoyar la evaluación y respuesta inmediata al impacto de los países ubicados en el camino de la tormenta”.

Eso sí, la actuación de la OMS en ningún caso es unilateral, y colabora con el ministerio de salud local y diversas asociaciones, como el Grupo de Acción Sanitaria Mundial, Equipos médicos de emergencias o la Red Mundial de Alerta y Respuesta ante Brotes Epidémicos (Goarn) para determinar cuáles son las necesidades más acuciantes y coordinar los esfuerzos, para garantizar que se destinen suministros y personal a esas esferas.
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