"No tengo noticia de que ningún paciente haya expresado ningún malestar hasta ahora"
Según este grupo que representa a pacientes y profesionales que luchan contra el virus, “este cambio en la forma de dispensación de los tratamientos va a poner en riesgo la adherencia de pacientes con VIH en la toma de su medicación. No es una mera opinión, sino que es un hecho científicamente probado”. Desde el hospital, en declaraciones a ConSalud.es, el jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas de este centro, Jaime Locutura, defendió la decisión del centro afirmó: “no tengo noticia de que ningún paciente haya expresado ningún malestar hasta ahora”.La adherencia al TAR es la capacidad del paciente para implicarse correctamente en la elección, inicio y cumplimiento de su tratamiento a fin de conseguir una supresión adecuada de la replicación viral. En el caso de los pacientes con VIH, la adherencia selectiva es la primera causa de fracaso terapéutico. Por este motivo se diseñaron los regímenes compuestos en un comprimido único; estos años ha demostrado ser la estrategia más eficiente para prevenir la mala adherencia selectiva de fármacos. De hecho, desde este Comité recuerdan que el Grupo de Estudio de Sida (GeSIDA) de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) en sus recomendaciones que realiza con el Plan Nacional de Sida del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, mantiene como criterio óptimo el uso de preparados que combinen fármacos a dosis fijas.
"¿Por qué no se ha trabajado junto con otros hospitales o Servicios de Salud y negociado una nueva política de compras y de precios?"
Por su parte, la Sociedad Española Interdisciplinaria de Sida (Seisida) afirma que, a mayor número de pastillas, menor cumplimiento del tratamiento y, por tanto, peores resultados. Desde el punto de vista de la sostenibilidad del sistema sanitario “dudamos que este camino sirva significativamente a este objetivo que todos compartimos. Una medida tomada a nivel local, de forma unilateral, no es consistente con un ahorro global del sistema. ¿Por qué no se ha trabajado junto con otros hospitales o Servicios de Salud y negociado una nueva política de compras y de precios de los tratamientos antirretrovirales?”, señalan desde el Comité Ciudadano Anti-sida de Burgos.Por último este grupo avisan que “dentro de unos meses, preguntaremos qué ha pasado, cuántos pacientes han tenido que volver a su tratamiento inicial y qué ahorro (eficiencia) se ha conseguido. Mientras tanto seguiremos colaborando con nuestros médicos y por la salud de las personas con VIH”.
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