Vuelta al cole

CS
Es difícil no tocar un recuerdo tan sumamente ligado al principio de septiembre como el regreso a las aulas colegiales, si bien la frescura del mismo obviamente se va perdiendo en la noche de los tiempos, porque ya no somos unos niños y vamos camino de edades más provectas.

"Toca ponerse las pilas después de haberlas repostado y regresar cargados de energía"
Sin embargo todos tenemos más o menos presente cómo se produjo aquel momento especial, con lágrimas, con risas, con lamentos, con pesares, pero todos guardamos alguna imagen de ese instante.

¡Tranquilos, no pensaba apelar tanto a la nostalgia! Solamente una primera salutación en este reencuentro, dónde muchos volvemos de unas fechas más o menos descansadas para incorporarnos a la actualidad y actividad cotidianas. ¡Ojalá cada vez seamos más, porque será señal de que la situación mejora para todos, que falta hace!

Ahora, igual que entonces, nos toparemos con aquellos que tienen a bien contarnos sus vacaciones, como si realmente nos interesaran; incluso alguno de nosotros cometerá la tropelía de hacer lo propio, como si a ellos les interesaran nuestras vacaciones ¡No amigos, nada más lejos de la realidad! Porque en el fondo, lo que nos sucede a nosotros solo es asunto nuestro y de nadie más.

Esperemos que no nos falte trabajo, aunque ello suponga que tenga que haber pacientes y afecciones, y todos deben ser tratados lo mejor posible. Ahora bien, septiembre parece llamado a ser el mes clásico de mayor concentración de casos…aunque muchos colegas prefieran pensar que es por nostalgia hacia ellos.

A nadie se le escapa que es la peor época del año, por la depresión postvacacional y la certeza de que la distancia al veraneo próximo es la mayor del año. Al menos queda el consuelo de que el Pilar, la fiesta de Todos los Santos, el día de la Constitución, la Inmaculada y Navidad, aunque esta última puede que este año esté pasada por las urnas, nos ayudan a la digestión del próximo cuatrimestre.



Dejemos atrás los recuerdos de la playa y la montaña, las chancletas y el bañador, el chiringuito, la sombrilla y la hamaca, las caminatas por la orilla o por senderos perdidos, etc., porque toca ponerse las pilas después de haberlas repostado y regresar cargados de energía.

Espero y deseo que todos pasaran el verano lo mejor posible, que les hayan respetado los rigores estivales y vuelvan con la fuerza necesaria para afrontar un nuevo año, lleno de grandes desafíos ¡Feliz rentrèe!

Alfonso Vidal
Jefe Unidad del Dolor Hospital Quirónsalud Sur de Alcorcón


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