El Programa del Paciente Frágil evita el deterioro de los pacientes mayores hospitalizados

El programa se basa la identificación precoz de los pacientes que más riesgo tienen de deterioro, la aplicación de una estrategia para evitarla y la implementación de un plan de prevención del delirium para disminuir el riesgo de cuadro confusional.

El Programa del Paciente Frágil fomenta que los pacientes ingresados caminen
El Programa del Paciente Frágil fomenta que los pacientes ingresados caminen
CS
27 febrero 2018 | 18:13 h

Evitar el deterioro funcional en los pacientes mayores ingresados durante su estancia hospitalaria por una enfermedad o problema de salud para que su situación sea lo más parecida posible a la que tenían en el domicilio de forma previa a su hospitalización. Este es el principal objetivo del Programa del Paciente Frágil puesto en marcha en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. Un programa replicado del mismo modo en los hospitales universitarios Rey Juan Carlos (Móstoles), Infanta Elena (Valdemoro) y General de Villalba.

En concreto, un total de 700 pacientes se han beneficiado de este programa en los cuatro centros hospitalarios unos meses después de su implementación. La necesidad de este programa responde a una evidencia científica según la cual más del 30% de las personas mayores empieza a sufrir deterioro de la movilidad o delirium durante las hospitalizaciones tan solo 48 horas después del ingreso, debido a que el 95% del tiempo están en cama o en un sillón, reduciéndose a uno de cada cuatro pacientes los que caminan durante la hospitalización, pese a que menos del 5 por ciento tiene indicaciones médicas de reposo en cama.

El 30% de las personas mayores sufren deterioro de la movilidad o delirium durante las hospitalizaciones tan solo 48 horas después del ingreso

“Todos los que trabajamos con personas mayores hemos visto pacientes hospitalizados que, aunque se curan de la enfermedad por la que ingresaron, cuando salen del hospital ya no caminan o se han vuelto incontinentes”, explica el doctor Javier Martínez Peromingo, geriatra y coordinador de la iniciativa. Este proceso está íntimamente relacionado con la fragilidad, un síndrome asociado al envejecimiento que se define por tener una reserva funcional disminuida y una mayor vulnerabilidad a situaciones de estrés como una hospitalización.

TRES PILARES DE ACTUACIÓN

Para luchar contra este riesgo, el Programa del Paciente Frágil se basa en tres pilares. La identificación precoz de los pacientes que más riesgo tienen de presentar deterioro es el primero de ellos. El programa se inicia cuando el paciente llega a Urgencias y tiene que ingresar en el hospital. En ese momento la enfermera determina cuál es su situación funcional en el domicilio mediante la aplicación de la escala de Barthel. Si el resultado de esa valoración entre 30 y 70 (dependencia leve-moderada), el paciente es incluido en el programa.

El segundo paso es aplicar una estrategia específica para evitar el deterioro funcional en el paciente. “Todos lo que hemos pasado por un hospital como pacientes nos hemos dado cuenta de que siempre implica una adaptación a unos horarios que no son los que la mayoría de las personas tenemos”, señala el doctor Martínez Peromingo, quien añade que “esto que en una persona joven no deja de ser una molestia, en una mayor puede producirle un perjuicio, por lo que hemos tenido que adaptar nuestra forma de trabajar a nuestros pacientes, y no al revés”.

“En una persona mayor puede producirle un perjuicio, por lo que hemos tenido que adaptar nuestra forma de trabajar a nuestros pacientes, y no al revés”

De esta forma, se favorece el descanso nocturno modificandolos horarios de administración de la medicación, la toma de muestras, constantes y otros cuidados que suelen realizarse última hora de la noche o a primera hora de la mañana. Asimismo,  se promueve la continencia con programas de micción programada, acompañando a los pacientes al cuarto de baño cuando lo precisa. Además, se realiza la higiene diaria del paciente en el baño y no se hace uso de los pañales en pacientes continentes.

Por último, se ha implantado un plan de prevención del delirium para disminuir el riesgo de cuadro confusional en estos pacientes, en el marco del cual se fomenta la presencia de objetos personales y todas las habitaciones cuentan con un reloj y un calendario para que los pacientes estén orientados en tiempo.

PRIMEROS RESULTADOS DE EFICACIA

Y los primeros resultados obtenidos desde el inicio de su implantación a mediados de 2017 han sido calificados por el doctor Martínez Peromingo de “muy buenos”. De hecho, según un estudio puesto en marcha que compara las medidas enmarcadas en la iniciativa con las convencionales, se está obteniendo una “disminución de la estancia en más de un día y una mortalidad un 2% menor, además de los previsibles resultados de menores úlceras por presión y mejor situación funcional al alta”, asegura el coordinador del programa.

Los cuatro centros madrileños en los que ya funciona esta iniciativa aportan, además, innovación frente a experiencias previas similares implementadas en otros de España y Europa, ya que el programa de la Fundación Jiménez Díaz y los hospitales universitarios Rey Juan Carlos, Infanta Elena y General de Villalba es el primero que consigue integrar la medida de la movilización a través de dispositivos wearables en la práctica médica habitual.

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