Las crisis bajo control: la estrategia empresarial que pone a las personas en el centro

Un estudio revela que la conducta ética y proactiva es clave para superar los momentos más críticos y reforzar la confianza de los stakeholders

  • Alarma en empresa farma (Foto: Chatgpt)

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En un entorno global caracterizado por la volatilidad, las farmacéuticas enfrentan una presión creciente para demostrar que pueden gestionar las crisis no solo con eficacia operativa, sino también con responsabilidad ética y visión estratégica. La forma en que reaccionan ante situaciones críticas se ha convertido en un factor determinante para su supervivencia, su reputación y su relación con los grupos de interés. Un estudio reciente subraya la importancia de adoptar comportamientos responsables como vía para garantizar no solo la continuidad del negocio, sino también la sostenibilidad a largo plazo de todas las partes implicadas.

La investigación destaca cómo una respuesta organizativa fundamentada en la responsabilidad puede convertirse en una ventaja competitiva sostenible. Las compañías que actúan con transparencia, compromiso social y principios éticos durante una crisis, no solo mitigan mejor sus efectos inmediatos, sino que también construyen relaciones más sólidas con empleados, clientes, proveedores, comunidades y reguladores. Esta perspectiva pone de relieve que la gestión de crisis no debe centrarse únicamente en la contención del daño, sino en crear valor en medio de la adversidad.

Las compañías que actúan con transparencia durante una crisis construyen relaciones más sólidas

El estudio identifica diversos factores que caracterizan el comportamiento responsable en situaciones críticas. Entre ellos destaca el liderazgo ético, entendido no solo como la capacidad de tomar decisiones acertadas bajo presión, sino como la voluntad de asumir responsabilidades y actuar en coherencia con los valores de la organización. Este tipo de liderazgo favorece la generación de confianza y cohesión interna, elementos esenciales para afrontar periodos de incertidumbre.

En este sentido, otro aspecto central es la comunicación. Una gestión de crisis responsable requiere establecer canales de información claros, accesibles y bidireccionales. Las organizaciones que priorizan la transparencia en sus mensajes, que informan de forma proactiva a sus empleados y partes interesadas, y que están dispuestas a escuchar e incorporar retroalimentación externa, se posicionan mejor para gestionar expectativas y minimizar tensiones. Esta comunicación debe ser coherente, adaptada a cada grupo de interés y capaz de mantener el equilibrio entre la rapidez y la veracidad.

La investigación también profundiza en el papel de la cultura organizacional como facilitadora de una respuesta sólida ante las crisis. Las empresas que han interiorizado valores como la responsabilidad, la solidaridad, la inclusión y la equidad tienden a reaccionar de forma más coherente y coordinada cuando se enfrentan a eventos disruptivos. Esta cultura no se construye durante la crisis, sino que se cultiva a lo largo del tiempo mediante prácticas de buen gobierno, políticas internas inclusivas y un compromiso constante con la ética empresarial.

Durante los periodos críticos, la toma de decisiones adquiere una dimensión especialmente sensible. Las organizaciones que incorporan en sus decisiones el interés colectivo y el bienestar de los grupos de interés muestran una mayor capacidad de resistencia y adaptación. Esto implica considerar no solo la viabilidad económica, sino también el impacto social y medioambiental de las medidas adoptadas.

Se debe considerar el impacto social y medioambiental de las medidas adoptadas

El estudio pone de relieve el valor del aprendizaje organizacional como herramienta para fortalecer la preparación futura. Las empresas responsables no se limitan a responder a la emergencia, sino que extraen lecciones de cada experiencia para mejorar sus protocolos, sistemas de alerta y capacidades internas. La evaluación postcrisis, el análisis de impactos y la actualización de planes de contingencia se convierten en mecanismos esenciales para aumentar la resiliencia corporativa.

Además, se reconoce la importancia de incorporar la sostenibilidad como eje transversal de toda estrategia de crisis. Esto implica adoptar medidas que respeten los límites medioambientales, promuevan la equidad social y garanticen la viabilidad económica de forma simultánea. En este contexto, la sostenibilidad no se limita al cumplimiento normativo, sino que se proyecta como un compromiso genuino con el bienestar de las generaciones actuales y futuras.

La investigación destaca también la necesidad de que las organizaciones actúen con responsabilidad más allá de su perímetro interno. En contextos de crisis, las alianzas con otros actores del ecosistema económico y social pueden resultar decisivas. La colaboración con otras empresas, instituciones públicas, organizaciones no gubernamentales y centros de investigación permite compartir recursos, conocimiento y soluciones para enfrentar problemas comunes.

En cuanto a la recuperación posterior a la crisis, el estudio subraya la importancia de evaluar de forma transparente los resultados de la gestión realizada. Esta fase no solo permite corregir deficiencias y optimizar procesos, sino que también refuerza la rendición de cuentas ante los grupos de interés. La publicación de informes, la divulgación de resultados y la apertura al escrutinio externo fortalecen la confianza y consolidan la imagen de la empresa como actor comprometido con el interés general.

Finalmente, se pone de manifiesto que la gestión responsable de crisis no debe concebirse como una acción puntual, sino como un proceso continuo e integrado en la estrategia corporativa. Las empresas que logran vincular sus planes de contingencia con sus valores, políticas de sostenibilidad y objetivos estratégicos disponen de una base más sólida para afrontar con éxito los desafíos futuros. Este enfoque integrado permite no solo superar situaciones adversas, sino también transformar la crisis en una oportunidad para reforzar el propósito y el impacto positivo de la organización.

*Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.