Una nueva piel artificial permite mejorar el sentido del tacto

Un equipo de investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) ha desarrollado una piel artificial que permite sentir el tacto toda vez que proporciona una retroalimentación háptica en forma de vibraciones en tiempo real.

Sistema de piel artificial creado por la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Foto: EPFL)
Sistema de piel artificial creado por la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Foto: EPFL)

Un equipo de investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL, por sus siglas en francés École Polytechnique Fédérale de Lausanne) en Suiza ha desarrollado una piel artificial que permite sentir el tacto toda vez que proporciona una retroalimentación háptica en forma de vibraciones en tiempo real.

Como los sensores están integrados en su totalidad en el seno de esta piel, el sistema posibilita un control casi simultáneo del circuito cerrado y lo hace extensible para una amplia variedad de capacidades dentro de las Ciencias de la Salud, como la rehabilitación de pacientes, la investigación clínica, así como aplicaciones enfocadas en el mundo de la realidad virtual y la gamificación.

"El siguiente paso será desarrollar un prototipo totalmente portátil para aplicaciones de rehabilitación, realidad virtual y realidad aumentada"

Atendiendo a detalles concretos, esta e-skin utiliza la silicona como su material base, con electrodos flexibles, actuadores neumáticos y una membrana como componentes principales. Así mismo, el dispositivo utiliza sensores de tensión para medir cómo se deforma que, a su vez, puede ser utilizado en tiempo real por el componente de retroalimentación háptica, lo que brinda una forma de crear una sensación táctil muy natural que se puede combinar con otras tecnologías como la realidad virtual.

En otro orden de cuestiones, la membrana se usa para crear una cámara que se puede inflar y desinflar usando una pequeña bomba hasta 100 veces por segundo, generando vibraciones que se sentirán diferentes para el usuario. Todo el dispositivo puede estirarse hasta cuatro veces su longitud normal y resistirá, al menos, un millón de estiramientos mientras continúa trabajando.

"El siguiente paso será desarrollar un prototipo totalmente portátil para aplicaciones de rehabilitación, realidad virtual y realidad aumentada", ha anunciado Harshal Sonar, el autor principal del estudio. "El prototipo también se probará en estudios neurocientíficos, donde se puede usar para estimular el cuerpo humano mientras los investigadores estudian la actividad cerebral dinámica en experimentos de resonancia magnética", ha finalizado.

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