Una cubierta protectora, cubierta con material de celulosa y desarrollada por científicos de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, ha logrado reducir significativamente la formación de tejido conectivo alrededor de un marcapasos implantado. Así lo han publicado profesionales de este centro en la revista científica Biomaterials, indicando como resultado que la cirugía en pacientes con marcapasos debe simplificarse considerablemente.
“Cada marcapasos tiene que ser reemplazado en algún momento. Esto requiere una intervención quirúrgica, generalmente después de unos cinco años, cuando la duración de la batería se está agotando”, ha explicado Aldo Ferrari, científico principal en el grupo del profesor de la ETH, Dimos Poulikakos.
Esta membrana se pondrá a disposición del mercado para usarla con pacientes en el Centro de Investigación Wyss Zurich, la Universidad de Zurich y el Centro Alemán del Corazón de Berlín
“Si se ha formado demasiado tejido conectivo alrededor del marcapasos para entonces, complica el procedimiento”, ha subrayado Ferrari. Y es que, si eso ocurre, los cirujanos tienen que abrir y extraer este tejido conectivo, lo que no solo alarga la operación, sino que también se asocia con un mayor riesgo de complicaciones como infecciones.
MENOS TEJIDO CONECTIVO
Por lo tanto, Ferrari ha desarrollado una membrana con una estructura de superficie especial en colaboración con sus compañeros de Escuela Politécnica Federal de Zúrich en los últimos años, a través de la cual se forma menos tejido conectivo que en la superficie metálica lisa de los marcapasos. Esta membrana está en proceso de ponerse a disposición del mercado para usarla con pacientes en el Centro de Investigación Wyss Zurich, la Universidad de Zurich y el Centro Alemán del Corazón de Berlín.
Tras demostrar que este material es exitoso en experimentos con animales, los científicos planean solicitar la aprobación de estudios clínicos en humanos junto con la compañía Hylomorph
Como un paso intermedio, actualmente el consorcio de investigación está probando la membrana en cerdos. Con este fin, los científicos implantaron dos marcapasos en cada uno de los cerdos, uno de los cuales estaban encerrados en la membrana de celulosa. Tras un período de prueba de un año, los investigadores informaron que el cuerpo del animal toleraba la membrana y no la rechazaba.
“Este es un hallazgo importante, porque esta tolerancia es un requisito clave para los materiales de implante”, ha comentado Aldo Ferrari. Es igualmente importante que la membrana cumpliera su propósito: el tejido conectivo que se formó a su alrededor tenía de promedio solo un tercio del grosor que el de los marcapasos sin envoltura.
ESTUDIOS CLÍNICOS SOLICITADOS
Los científicos han explicado esta reducción. “El primer paso en la formación de tejido conectivo es la deposición de proteínas en la superficie. Las proteínas son menos capaces de depositarse en la superficie de la membrana fibros”, ha indicado Francesco Robotti, primer autor del estudio y científico del grupo del profesor Poulikakos, de la ETH. Además, los investigadores grabaron huecos con un diámetro de diez micrómetros en la superficie al fabricar la membrana.
Después de que el material haya demostrado ser exitoso en experimentos con animales, los científicos ahora planean solicitar la aprobación de estudios clínicos en humanos junto con Hylomorph, una compañía de dispositivos médicos que será responsable de la comercialización de la membrana. Los ensayos están programados para comenzar en tres grandes centros cardíacos en Alemania durante este año.