Un grupo de investigadores del ETH Zúrich ha desarrollado una membrana de celulosa para cubrir y proteger los dispositivos que se implantan en el cuerpo humano como es el caso de los marcapasos. El material con el que está fabricada esta membrana puede reducir la acumulación de fibrosis y facilitar así la posterior extracción quirúrgica de dichos implantes.
Hasta el momento esta “bolsa” ha sido probada con éxito en cerdos. Los investigadores responsables esperan poder solicitar ensayos clínicos a través de una empresa derivada de ETH llamada Hylomorph, con el objetivo de poder comercializar esta tecnología en un futuro próximo.
La respuesta del organismo a la presencia de cuerpos extraños es un problema extensible a la gran mayoría de los dispositivos médicos que se implantan en nuestro organismo para solucionar problemas relacionados con la salud.
El ataque inmunitario generalizado conduce a la fibrosis y al consiguiente desarrollo de una cápsula fibrótica que puede restringir la función del dispositivo, así como su vida útil. Se ha probado una variedad de recubrimientos y tratamientos farmacológicos para reducir o mitigar la respuesta del organismo a estos dispositivos implantados. Hasta el momento el éxito cosechado había sido limitado.
El descubrimiento de la tecnología sobre la que versan estas líneas está destinado a la protección de los marcapasos cardiacos ante el posible desarrollo de tejido fibrótico, uno de los problemas más preocupantes que se plantean a la hora de implantar marcapasos permanentes.
“Los marcapasos tienen que ser reemplazados en algún momento. Cuando este llega, generalmente después de unos cinco años cuando la batería del dispositivo caduca, el paciente debe someterse a una cirugía”, explica Aldo Ferrari, uno de los investigadores participantes en el estudio. “Si se ha formado demasiado tejido fibrótico alrededor del marcapasos se complica el procedimiento”.
Si se produce este tipo de situación los cirujanos se ven obligados a tener que cortar el exceso de tejido fibrótico incrementando las posibilidades de que se produzcan complicaciones durante y después de la intervención. En consecuencia, existe la necesidad de desarrollar nuevas estrategias para reducir la acumulación de una cápsula fibrótica alrededor del marcapasos.
Si se produce este tipo de situación los cirujanos se ven obligados a tener que cortar el exceso de tejido fibrótico incrementando las posibilidades de que se produzcan complicaciones durante y después de la intervención
En este sentido los investigadores destacan que la naturaleza fibrosa de la membrana actúa como un inhibidor de la fibrosis. “Cuando se forma el tejido fibrótico, la primera etapa es la acumulación de proteínas en la superficie. Hecho que se impide mediante una membrana fibrosa”, explica en relación a la celulosa utilizada otro de los investigadores participantes en el proyecto, Francesco Robotti.
Esta membrana también ha sido diseñada con hendiduras superficiales en forma de panal. “Estas dificultan que las células que forman el tejido fibrótico se adhieran a la superficie”, poniendo solución así al problema que reporta la segunda etapa del proceso de formación de fibrosis.
El proceso de prueba membrana se ha realizado en cerdos. A estos se les han implantado marcapasos protegidos por esta durante un año. Los resultados arrojados señalan que los cerdos han tolerado de forma correcta el dispositivo recubierto y que la capa fibrótica que se formó era solo un tercio del grosor que la reportada por los marcapasos implantados en cerdos sin esta membrana. Los investigadores informan de que pretenden realizar tres grandes ensayos clínicos en hospitales de Alemania una vez hayan conseguido los permisos correspondientes.