¿Sin protección contra los rayos X? La ciencia cuestiona el uso de los chalecos de plomo

Algunos hospitales abandonan ritual de cubrir los órganos después que especialistas aseguraran, que su uso afecta la calidad de las pruebas de diagnóstico.

La ciencia cuestiona el uso de los chalecos de plomo
La ciencia cuestiona el uso de los chalecos de plomo
logo squared 200x200
30 mayo 2020 | 00:25 h

Algunos radiólogos y médicos están cuestionando el uso de los chalecos de plomo cuando se toma una radiografía o los pacientes se someten a pruebas de imágenes.

En concreto, algunos científicos han declarado que utilizar esta medida de protección puede afectar la calidad de las pruebas de diagnóstico, y a veces aumentar inadvertidamente la exposición de un paciente a la radiación.

El objetivo es mejorar la atención, pero requerirá de gran esfuerzo asegurar a reguladores, trabajadores de la salud, y público en general, que es mejor no proteger.

El miedo a la radiación está arraigado en la conciencia colectiva, y muchas personas se sorprenden al saber que la protección puede causar problemas. El movimiento también debe ganar fuerza entre los dentistas, ya que en sus consultorios se realiza más de la mitad de las radiografías.

"Existe este gran componente psicológico, no solo con los pacientes, sino también con el personal", ha señalado Rebecca Marsh, médica física del Anschutz Medical Campus, de la University of Colorado, en Estados Unidos, quien habló sobre protección en un foro de diciembre en la reunión anual de Radiological Society of North America en Chicago.

Los escudos de plomo son difíciles de colocar con precisión, por lo que a menudo no protegen el área objetivo que deberían preservar

Desde la década de 1950 se ha recomendado cubrir los testículos y los ovarios para una radiografía, cuando estudios en moscas de la fruta generaron la preocupación de que la radiación podría dañar el ADN humano y causar defectos de nacimiento. Solo en la última década, profesionales de radiología comenzaron a reevaluar la práctica, basándose en los cambios en la tecnología de imagen y en una mejor comprensión de los efectos de la radiación.

Los escudos de plomo son difíciles de colocar con precisión, por lo que a menudo no protegen el área objetivo que deberían preservar. Incluso cuando están en el lugar correcto pueden oscurecer inadvertidamente áreas del cuerpo que un médico necesita ver, por ejemplo, la ubicación de un objeto que se haya ingerido, lo que hace que deba repetirse el proceso de imagen, según la American Association of Physicists in Medicine.

Los protectores también pueden causar controles automáticos de exposición en una máquina de rayos X para aumentar la radiación a todas las partes del cuerpo que se examinan.

Además, el blindaje no protege contra el mayor efecto de la radiación: la dispersión, que ocurre cuando la radiación rebota dentro del cuerpo, incluso debajo del chaleco, y finalmente deposita su energía en los tejidos.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
Lo más leído