Desarrollan un sistema de seguimiento magnético para robots quirúrgicos flexibles

Una de las principales ventajas que presenta es que no requiere radiación lo que se traduce en una notable reducción de los costes tanto para los profesionales médicos como para los pacientes.

Sistema de seguimiento magnético para robots quirúrgicos flexibles (Foto. Universidad de California)
Sistema de seguimiento magnético para robots quirúrgicos flexibles (Foto. Universidad de California)
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18 julio 2020 | 00:25 h

Investigadores de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos) han desarrollado un sistema de seguimiento magnético que permite a los robots quirúrgicos operar con destreza dentro del cuerpo humano.

Se trata de una tecnología que no requiere la exposición del médico o paciente a la radiación y que es mucho menos costosa que las técnicas de monitorización existentes. El diseño se basa en la incrustación de un imán en la punta del robot junto con una serie de sensores que permiten rastrear su ubicación, mientras que una red neuronal mejora la precisión del sistema de seguimiento.

“Los robots médicos funcionan realmente bien en entornos altamente restringidos dentro del cuerpo”, explica Tania Marimoto, una de las investigadoras que participan en este proyecto. “Son inherentemente más seguros y con mejor compatibilidad que las herramientas rígidas”, lo que supone una mejora en términos de rastreo que se traduce en grandes beneficios tanto para los pacientes como para los cirujanos.

El diseño se basa en la incrustación de un imán en la punta del robot junto con una serie de sensores que permiten rastrear su ubicación, mientras que una red neuronal mejora la precisión del sistema de seguimiento

Las técnicas actuales en este campo implican una exposición a rayos X que, tanto para el personal sanitario como para los pacientes, puede suponer elevados costes. El nuevo desarrollo supone un coste de aproximadamente 100 dólares para los componentes y no utiliza radiación ya que el sistema se basa en el campo magnético producido por el imán colocado en la punta del robot quirúrgico flexible.

Cuatro sensores son capaces de detectar este campo magnético cuando se colocan en ubicaciones específicas cerca de la zona en la que está operando el robot. Un modelo especial de computadora predice la ubicación del robot en función de los datos de los sensores.

Por el momento los investigadores han probado el sistema utilizando un tipo específico de robot blando que puede navegar por áreas delicadas del cuerpo ya que es flexible y aplica muy poca presión en las estructuras con las que se encuentra.

“Trabajamos con un robot hecho de un nylon muy delgado que invertimos como si se tratara de un calcetín y presurizamos con un fluido que hace que el robot incremente su tamaño”, afirma Connor Watson, otro de los investigadores implicados. “Debido a que el robot es suave y podemos adaptar su tamaño, tiene muy poco impacto en el espacio en el que trabaja por lo que es ideal para su uso en entornos médicos”.

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