Investigadores de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, el King's College de Londres y otras instituciones, han desarrollado una esponja en una cuerda que podría reemplazar las endoscopias.
Bajo el nombre de Cytosponge, la esponja está hecha de un material con suficiente abrasividad como para recolectar células sin dañar el tejido.
El paciente la ingiere mientras todavía está dentro de una cápsula soluble con una cuerda atada y después de que la cápsula se haya disuelto, se tira de la cuerda para recuperar la esponja, recolectando las células. Después se envían al laboratorio para su análisis, igual que sucede con una muestra de biopsia.
La prueba se puede realizar en el consultorio de un médico general y puede ayudar a los médicos a decidir a quién se le debe realizar una endoscopia de seguimiento.
Las probabilidades de detectar el esófago de Barrett se multiplicaron por diez en aquellos a los que se les ofreció la Cytosponge
Para la realización del estudio, los investigadores estudiaron a 13.222 participantes que fueron asignados al azar para que se les ofreciera la prueba de la esponja o la atención regular.
En el transcurso de un año, las probabilidades de detectar el esófago de Barrett se multiplicaron por diez en aquellos a los que se les ofreció la Cytosponge, con 140 casos diagnosticados en comparación con 13 en la atención habitual.
Además, la Cytosponge diagnosticó cinco casos de cáncer temprano, mientras que solo se detectó un caso de cáncer temprano en el grupo de atención habitual.
El esófago de Barrett se refiere a un cambio anormal (metaplasia) en las células de la parte inferior del esófago, cuando el revestimiento del epitelio escamoso normal se reemplaza por células caliciformes, que generalmente se encuentran en la parte inferior del tracto gastrointestinal.