Telemedicina, teleconsulta y conexión a Internet: retos que España no termina de solucionar

La telemedicina está en camino, pero si de algo se han dado cuenta los pacientes es que muchas veces su conexión a Internet es insuficiente y nadie lo soluciona

Médica utilizando un smartphone como herramienta de teleconsulta. (Foto. Unsplash)
Médica utilizando un smartphone como herramienta de teleconsulta. (Foto. Unsplash)
Paola de Francisco
14 mayo 2022 | 00:25 h
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España camina a grandes pasos hacia la Salud Digital y hacia la telemedicina y la teleconsulta. Pasos que se aceleraron en un pequeño sprint durante la pandemia, y que en los últimos tiempos se están dando sobre un camino sin terminar de cimentar. Tras la Covid-19, España, aunque se encuentra a la cabeza en la implantación de la telemedicina, no “ha aprovechado como debería” este tiempo la ventaja que supone una mayor aceptación a la conectividad y la costumbre de trabajar en el mundo digital, como denunció en una entrevista a Consalud.es Cristina Bescós, directora general de EIT Health España y directora de Innovación de EIT Health para Europa.

Uno de los puntos clave de la telemedicina y la teleconsulta es contar con una conexión a Internet. Desde el Ministerio de Sanidad reconocen a SaluDigital que existe actualmente una rápida evolución de los dispositivos, y que la mejora de la accesibilidad y de la velocidad de las redes servirán para “impulsar la integración y la transmisión de la información”, clave en la telemedicina.

No existe una red Wi-Fi a medida para cada paciente que permita conectar los dispositivos necesarios para la telemonitorización con la que controlar los signos vitales a distancia

Sin embargo, esta mejora no termina de llegar de forma equitativa, ya que será cada Comunidad Autónoma la que “despliegue soluciones de salud digital e incorporen las infraestructuras requeridas”. Actualmente, como denuncia a Carina Escobar, presidenta de la Plataforma de Pacientes (POP), no existe una red Wi-Fi a medida para cada paciente que permita conectar los dispositivos necesarios para la telemonitorización con la que controlar los signos vitales a distancia, o para conseguir el acceso a la base de datos o las conexiones de videollamadas y llamadas telemáticas con los profesionales sanitarios.

PASOS HACIA UN DESPLIEGUE DE REDES

Actualmente la  teleconsulta no llega por igual a todos los pacientes, y menos a los principales usuarios de Atención Primaria (las personas mayores de 65 años) o los que viven en medios rurales. Muchos de estos pacientes no cuentan con cobertura, conexión a internet o conocimiento que les permita acceder a una videollamada. Y las Comunidades Autónomas no terminan de dar soluciones y aportar un sistema que funcione correctamente con equipos y redes de comunicación, ya sea videoconferencia por satélite o por conexión a Internet.

Desde 2005 cuando el Consejo de Ministros aprobó el Plan Avanza para hacer un uso correcto de las tecnologías de la información en las instituciones públicas, el país ha ido avanzando poco a poco hacia la digitalización. Un camino especialmente marcado en el mundo de la banca, y que ha llegado también a la Salud, con el objetivo del SNS de ofrecer “nuevos servicios de relación entre los ciudadanos y los profesionales: cita por internet, telemedicina y teleformación”.

Paciente y doctor en teleconsulta (Foto. Freepik)

A nivel nacional, la Estrategia de Salud Digital del SNS junto con el PERTE de Salud de Vanguardia y la Estrategia de España Digital 2025 busca trabajar de forma coordinada para conseguir una trasformación sanitaria armónica,equitativa, de calidad y sostenible. El objetivo es incorporar tecnologías digitales en prevención, atención, investigación, planificación, gestión y evaluación de políticas sanitarias y recursos asociados. Además, la Estrategia de España Digital tiene como meta que el 100% de la población tenga cobertura de 100 Mbps en 2025 y que todo el espectro radioeléctrico esté preparado para el 5G, lo que beneficiaría a la telemedicina tanto en las ciudades como en los puntos más recónditos del país.

Por su parte, la Estrategia de Salud Digital del SNS colabora con las Comunidades Autónomas “para que la práctica clínica de los profesionales y los servicios sanitarios se vea reforzada con herramientas digitales que faciliten la atención y el contacto con las personas utilizando los canales más adecuados a cada situación”, indican desde el Ministerio. Pero al final, les corresponde a las Comunidades Autónomas dar las prestaciones de atención sanitaria y desplegar las soluciones de salud digital con las infraestructuras necesarias.

“Existe una desigualdad en la atención de los pacientes que se pueden permitir una buena conexión WiFi y los que no”, denuncia Carina Escobar

Según el Informe sobre Transformación Digital en Salud en España: compromisos vs realidad publicado en 2019 por la Asociación Salud Digital, todas las Comunidades Autónomas se han comprometido durante los últimos años a potenciar la digitalización y en concreto la telemedicina y la teleconsulta.

 Sin embargo, aunque se cuenta con proyectos para garantizar la accesibilidad a los procesos telemáticos y a las nuevas tecnologías, lo cierto es que en los programa y estrategias de salud de los últimos años, con planes hasta 2030, no se habla de garantizar una conexión a internet para que los pacientes puedan contar con una teleasistencia y una telemonitorización a tiempo real sin retardo o interrupciones de conexión.

Los programas como la Estrategia 20/20 de Salud y Bienestar Social de Castilla-La Mancha o el Plan de Salud de Aragón 2030 tienen como objetivo garantizar el acceso a la telemonitorización, telerehabilitación, así como a la historia clínica, la receta electrónica o a la cita por Internet; o de convertir la telemedicina en un canal más en las prestaciones de servicios sanitarios como el caso del Departament de Salut de la Generalitat de Cataluña. Pero no se ofrecen formas de hacer que actividades como una consulta a partir de una videollamada sea de la mejor calidad posible, dependiendo la conexión de los propios pacientes.

“Existe una desigualdad en la atención de los pacientes que se pueden permitir una buena conexión WiFi y los que no”, denuncia Carina Escobar, quien recuerda que, aunque es algo que piden desde las asociaciones, por el momento, “no se está atendiendo a esta situación”.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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