Tecnología Aspire: Drenando calorías para poner en jaque a la obesidad

Existen muchos métodos para luchar contra el problema de la obesidad, desde las tradicionales dietas hasta diferentes cirugías, pero ninguno tan inusual como el que acaba de aprobar la Agencia Americana del Medicamento (FDA, en sus siglas en inglés), pero que lleva ya varios años funcionando en España: El Bypass Externo, también llamado Método Aspire.

Y es que, a grandes rasgos, el funcionamiento de esta tecnología puede parecer rudimentario y extraño. En síntesis, consiste en instalar una válvula en el abdomen del paciente para que, mediante una sonda que llega hasta el estómago, se expulsen del cuerpo parte de los nutrientes que ha comido antes de que sean absorbidas sus calorías. Como si de un tapón para eliminar alimentos se tratara.

No obstante, este método tiene mucha más profundidad de la que aparenta y está avalada por diversos estudios científicos. Como explica a SaluDigital Román Turró, especialista en endoscopia digestiva del Hospital Teknon de Barcelona, y uno de los pioneros en aplicar esta técnica en España: “Se trata de una técnica útil para personas con obesidad mórbida que no son candidatas a cirugía de la obesidad por las comorbilidades que presentan y el riesgo que supone o bien para pacientes con mobilidad reducida, pero que no quieren someterse a una cirugía o donde este método es la única opción existente para tratar la enfermedad”.

Aunque la introducción de la sonda requiera de una pequeña cirugía, esta es mínimamente invasiva (deja una cicatriz de menos de dos centímetros) y la “aspiración” de los alimentos permite perder peso al paciente reduciendo al mínimo los efectos secundarios y permitiéndoles una mayor autonomía, aunque siempre bajo estrictos controles médicos.


HASTA EL 30% DE LAS CALORÍAS

Una vez implantado, el funcionamiento del dispositivo es sencillo: “Los pacientes comen, pasados unos 20 minutos, cuando el alimento ya ha contactado con los ácidos del estómago y se diluye, se abre la válvula, evacuando parte del contenido gástrico (hasta un 30%) que se deposita en el retrete”, añade Turró, que acumula una experiencia de más de 35 pacientes, con unos resultados de pérdida media de 23 kilos y una reducción media de pérdida de exceso de peso de más del 46%.

En Estados Unidos, por su parte, ya se ha implantado en más de 300 personas con resultados altamente satisfactorios y en Suecia, incluso, la tecnología está incluida en la cartera de servicios del sistema nacional de salud como tratamiento.

El Bypass Externo permite al paciente realizar una vida normal y, pese a tener introducida una sonda en el interior del cuerpo, los riesgos de contraer una infección son escasos, “siempre que se mantengan unas condiciones de seguridad e higiene adecuadas”. Junto a la sonda y la válvula, el sistema también incluye una bolsa externa con agua para que, al apretarla, el líquido llegue hasta el estómago, ayudando a diluir los alimentos y facilitando un mejor drenaje de los mismos.

La tecnología no consiste sin embargo en adelgazar comiendo puesto que, como señala el especialista de Teknon, el propio sistema incluye mecanismos de restricción, para evitar que se haga un mal uso del mismo. De esta forma, la aspiración sólo permite eliminar un máximo del 30% de los alimentos ingeridos, garantizándose con esta cantidad que el cuerpo del paciente reciba el alimento necesario para la actividad diaria.



RESTRICCIONES DE USO

Asimismo, el sistema incorpora un contador que actúa como mecanismo de seguridad, limitando el número de aspiraciones que puede hacer el paciente (deja de funcionar tras unas 115 aspiraciones). Por otro lado, cada cinco semanas aproximadamente, el paciente debe ir a revisión para que el equipo médico realice un control de su evolución y se pueda poner en marcha de nuevo el contador.

Además, el Método Aspire no está al alcance de cualquiera puesto que, como indica la FDA en el texto donde autoriza su uso en Estados Unidos, la tecnología está contraindicada para personas con trastornos alimenticios como la bulimia, trastornos por atracón o síndrome de alimentación nocturna, además de para embarazadas o para personas que hayan sido sometidas a ciertos tipos de cirugía abdominal.

“Hay que tener en cuenta también que el uso de este dispositivo ha de ir acompañado de una serie de cambios de conducta y de hábitos de vida por parte de los pacientes. Así, por ejemplo, la tecnología obliga a masticar más lento, para que los alimentos puedan expulsarse luego correctamente, y de esta forma se aumenta la sensación de saciedad. De hecho, hemos comprobado que la cantidad de la ingesta de los pacientes que usan esta técnica es inferior a la que realizaban anteriormente”, añade Román Turró.

El uso del Bypass Externo no está pensado para una larga duración. Si bien, hay pacientes que pueden llevarlo incluso durante tres y cuatro años, garantizando una mayor calidad de vida, siempre que sigan las estrictas indicaciones de los médicos.


LA CIRUGÍA SIGUE MANDANDO

De esta forma, esta innovadora tecnología puede funcionar como un tratamiento eficaz que, no obstante, no llega a conseguir los resultados de la cirugía, que sigue siendo la técnica más recomendada para estos tipos de obesidad. “En España hay medio millón de personas con problemas de obesidad, y la mitad de ella cumpliría los requisitos para la cirugía, pero esta sólo llega a un 3% de la población. Por ello, este sistema puede ser una solución para ese 97% de la población que no puede someterse a la cirugía, por diversos motivos. Además, el Metodo Aspire es mucho más seguro que la cirugía”, afirma Turró.