Las ondas acústicas de alta energía renuevan sus votos con la Medicina

Los tratamientos basados en este tipo de técnicas tienen cada vez más indicaciones gracias al avance tecnológico. Aun así, no todos los hospitales españoles cuentan con ellas.

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17 diciembre 2016 | 00:04 h
Las ondas acústicas de alta energía renuevan sus votos con la Medicina
Las ondas acústicas de alta energía renuevan sus votos con la Medicina
Las ondas de choque son ondas acústicas de alta energía. Durante más de 30 años han sido aplicadas con éxito para desintegrar cálculos en vías urinarias y desde hace 15 años también se utilizan con éxito para tratar múltiples patologías del sistema músculo-esquelético. Esto se consigue a través de sus efectos mecánicos y biológicos.

"Los protocolos para la aplicación de los diferentes tipos de generadores de ondas de choque suelen ser de tres sesiones de tratamiento"
En la actualidad existen tres modelos de generadores de ondas de choque. El electrohidráulico, el piezoeléctrico y el electromagnético. El Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, por ejemplo, cuenta con el generador de ondas de choque piezoeléctrico,que actúa impulsando simultáneamente varios cientos de piezoelementos montados en una bandeja esférica, generando así ondas esféricas autoenfocantes.

La jefa del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Clínico, Lucía Garvín, explica a SaluDigital que existen “varias ventajas” en la aplicación de este tipo de técnicas al paciente. La indicación de la onda de choque para la patología del sistema músculo-esquelético está dirigida especialmente a enfermos con una patología crónica que es refractaria a otros tratamientos, es decir, que no responden a los mismos. La doctora Garvín lo ejemplifica con el caso de un paciente que sufre inflamación de tendón y para el que los profesionales sanitarios han recomendado diferentes tratamientos basados en la fisioterapia e incluso en infiltraciones de corticoides y analgésicos locales que, sin embargo, no han sido exitosos.

En este punto, podría resultar efectivo aplicar la técnica de ondas de choque, de tal manera que se evitaría que ese paciente tuviera que recurrir a una indicación quirúrgica como última alternativa a su problema. “Habitualmente los protocolos para la aplicación de los diferentes tipos de generadores de ondas de choque suelen ser de tres sesiones de tratamiento, una a la semana con revisión a medio plazo”, describe Lucía Garvín.

De este modo, se evitaría no sólo que el paciente tenga que entrar en quirófano, sino la ampliación del resto de tratamientos que no han sido eficaces. Además, los especialistas destacan que la aplicación de este tipo de técnicas reduce el absentismo laboral de aquellos pacientes que se someten a las mismas, ya que cada sesión con ondas de choque tiene una duración aproximada de sólo diez minutos.

LA EXPERIENCIA DEL CLÍNICO

La consulta de tratamiento con ondas de choque puesta en marcha hace un año y medio por el Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Clínico San Carlos, ha tratado a más de 400 pacientes con diferentes patologías crónicas del sistema musculo-esquelético de forma no invasiva, introduciendo la ecografía para localizar la zona lesionada, lo que ha mejorado la técnica de aplicación, con mejoría de dolor y la calidad de vida del enfermo.


Integrada por cinco especialistas, los doctoresLucía Garvín, Miguel Archanco,Rocío Vacas, Pedro Arribas y Elsa López de Lacey, esta nueva consulta atiende a enfermos con tendinopatías calcificantes y no calcificantes de hombro, tendinosis aquílea, epicondilosis humeral lateral y medial, entesopatía de la fascia plantar, con y sin espolón calcáneo.

Asimismo se ha tratado con buenos resultados a 46 pacientes con síndrome trocánter doloroso crónico, una de las patologías más frecuente y dolorosa que se atiende en los servicios de Medicina Física y Rehabilitación. Precisamente, estos profesionales han realizado un estudio que demuestra que el tratamiento con ondas de choque mejora sustancialmente el dolor en este proceso y, según la escala de Roles y Maudsley, el 93,3% de los pacientes presentó algún resultado favorable, siendo este resultado bueno o excelente en el 66,7 % de los pacientes a los tres meses.

En España existe una “distribución muy irregular” de las ondas de choque
Este estudio titulado “Resultados en el tratamiento con ondas de choque focales piezoelectricas con apoyo ecográfico en trocanteritis”, presentado por el doctor Rubén Algarra López, ha recibido además el primer premio en el V Congreso Nacional de la Sociedad Española de Tratamiento con Ondas de Choque (SETOC), celebrado el pasado mes de octubre en Vigo.

NUEVAS INDICACIONES

La característica común de todos los tratamientos con ondas de choque, cuando son aplicadas correctamente y a las dosis adecuadas, es que producen una regeneración de los tejidos enfermos o lesionados. Tal y como indica la Sociedad Española de Tratamientos con Ondas de Choque (SETOC), esto se consigue a través de sus efectos mecánicos y biológicos. Los primeros, por los que comenzó su utilización industrial y también su uso en medicina, se deben a los grandes gradientes de energía acústica o presión que son capaces de transportar y que son capaces de actuar mecánicamente en las interfases de las diferentes estructuras que atraviesan y en las áreas focales donde se pueden concentrar. También se deben a los efectos de cavitación que se originan.

Por otra parte, sus efectos biológicos se han ido conociendo y se han visto incrementados por los descubrimientos de las investigaciones de los últimos años. Los más importantes son los vasculares(neoangiogénesis, con incremento y homogenización de los vasos); sobre la inervación (disminución de las terminaciones nerviosas nociceptivas patológicas); celulares (aumento y liberación de los factores de crecimiento y estimulación de la diferenciación de las células mesenquimales), y bioquímicos (incremento de secreción de eNOS, Sustancia P, BMP2, PCNA y Prostaglandina E2).

Del mismo modo, actualmente existenmás indicaciones en fase experimental para las que se pretenden aplicar las ondas de choque y que están consiguiendo resultados alentadores. Se trata de patologías como la miocardiopatía isquémica, la prostatitis abacteriana, la celulitis, infecciones por bacterias y hongos o las osteoporosis localizadas, entre otras.

A pesar de ello, en España no todos los hospitales cuentan entre sus servicios para los pacientes con este tipo de técnicas. Sin ir más lejos, la doctora Lucía Garvín reconoce a esta revista que en todo el territorio nacional existe una “distribución muy irregular” de las ondas de choque. “En algunas comunidades autónomas no existe esta prestación”, lamenta. Sin embargo, en otras como la Comunidad de Madrid “en el último año sí se ha hecho un esfuerzo para implantar esta técnica con la que se obtienen muy buenos resultados”.
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