Sana Sleep, el antifaz tecnológico que combate el insomnio

El creador de este dispositivo sufrió un accidente de que le dejó paralítico. Una lesión en su sistema nervioso central que, además de tener consecuencias físicas, le provocó un intenso dolor que a día de hoy le impide dormir de forma adecuada.

JUANJO CARRILLO CÓRDOBA
10 junio 2017 | 00:02 h
Sana Sleep, el antifaz tecnológico que combate el insomnio
Sana Sleep, el antifaz tecnológico que combate el insomnio

El actor estadounidense Steve McQueen citó en Le Mans (1971), una de las películas de automovilismo más legendarias de la historia del cine, que "correr es vida. Todo lo que ocurre antes o después es solo una espera". A pesar de la frase de Michael Delaney, piloto de las 24 Horas de Le Mans al que da vida en la cinta McQueen, las aventuras al volante pueden acabar por truncarse y desencadenar terribles consecuencias. Es el caso de Richard Handbury, quien a pesar de cumplir los requisitos de seguridad y perpetrar sus andanzas en tramos habilitados para tal fin, sufrió en 1992 un grave accidente de todoterreno en las dunas de Yemen. Así y con apenas 19 años, se rompió la espalda y se quedó paralítico. Una lesión en su sistema nervioso central que, además de tener consecuencias físicas, le provocó un intenso dolor que a día de hoy le impide dormir de forma adecuada.

El dispositivo, testado por más de 700 personas, ha reducido el tiempo que tardan en conciliar el sueño a una media de 10 minutos

Desde entonces, Handbury ha invertido más de veinte años en investigar el insomnio para mejorar la calidad de vida de las personas. Este trastorno, también denominado agripnia, se manifiesta mediante una dificultad para iniciar el sueño, prolongarlo en el tiempo o a través de un despertar precoz. Por este motivo, y mediante su compañía Sana Health, el británico ha diseñado el primer antifaz capaz de inducir el sueño en tan solo 10 minutos a aquellas personas que padecen esta dificultad. Un dispositivo, bautizado como Sana Sleep, que resulta especialmente efectivo para individuos que por ansiedad o por dolor carecen de un correcto descanso nocturno.


LOS EFECTOS AUDIOVISUALES DE UNA DISCOTECA, A LA INVERSA

El funcionamiento del sistema tecnológico desarrollado en Reino Unido produce una serie de estímulos audiovisuales que generan un patrón de sueño en el cerebro. El propio Handbury compara el efecto que produce el antifaz con la sensación inversamente proporcional que se experimenta en una discoteca. Así, en lugar de generar estímulos a través de luces intermitentes de gran impacto y de una sesión musical a un volumen muy elevado, el dispositivo de Sana Health crea unos leves impulsos de luz y unos sonidos muy suaves que logran relajar al órgano más complejo del ser humano y, por lo tanto, lo incita a dormir.

El sofisticado Sana Sleep posee un conjunto de sensores que miden constantes vitales como el pulso o la respiración. Gracias a este mecanismo, el sistema detecta en qué momento el usuario comienza a dormirse o cuándo lo ha hecho por completo, alternando e incluso apagando los patrones de luz y sonido. Testado por más de 700 personas, el dispositivo ha reducido el tiempo que tardan en conciliar el sueño a una media de 10 minutos.

Esta tecnología puntera para tratar el insomnio llegará a los establecimientos en la primera mitad del 2018 a un precio que sorprenderá a muchos: 400 dólares, que al cambio suponen alrededor de 355 euros. Pese a que el dispositivo ya ha sido probado con eficacia por Sana Health, la compañía espera poder comercializarlo como un dispositivo médico, por lo que el sistema debe ser aprobado por la Agencia Americana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés Food and Drug Administration).

TECNOLOGÍA AL SERVICIO DE HAZAÑAS HISTÓRICAS

No obstante, el sistema diseñado por Richard Handbury no solo sirve para combatir el insomnio y otros problemas similares, sino que también fomenta un sueño mucho más profundo y, por ende, ayuda a descansar más en menos tiempo. Una tecnología que fue de gran utilidad para el piloto Bertrand Piccard cuando a los mandos de la aeronave Solar Impulse II hizo historia dando la vuelta al mundo. El reto, que duró un total de 505 días, arrancó el 9 de marzo de 2015 y culminó casi un año y medio después, con más de 35.000 kilómetros a sus espaldas.

Esta tecnología fue de gran utilidad para el piloto Bertrand Piccard cuando a los mandos de la aeronave Solar Impulse II hizo historia dando la vuelta al mundo

Piccard tan sólo podía dormir durante la aventura tres horas al día distribuidas en tandas de 20 minutos, ya que la instrumentación de este avión comprometido con el medio ambiente debía revisarse tres veces por hora. Así y con el objetivo de alcanzar el máximo descanso en esos 20 minutos de sueño, el piloto suizo utilizó unas lentes para dormir con una tecnología francamente similar a la que ahora pretende comercializar la empresa Sana Health.

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