Un estudio reciente de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) ha puesto en duda los criterios actuales sobre los niveles adecuados de vitamina B12 en el organismo. A pesar de que esta vitamina es fundamental para la producción de ADN, la formación de glóbulos rojos y la salud del tejido nervioso, los investigadores han descubierto que incluso valores dentro del rango considerado normal podrían estar asociados con deterioro neurológico y cognitivo en adultos mayores.
El estudio, publicado el 10 de febrero en Annals of Neurology, analizó a 231 personas mayores sin signos de demencia ni deterioro cognitivo leve. Los hallazgos revelaron que aquellos con niveles más bajos de vitamina B12 activa mostraban velocidades de procesamiento cognitivo y visual más lentas. Además, las resonancias magnéticas evidenciaron un mayor daño en la sustancia blanca del cerebro, lo que se ha relacionado con enfermedades neurodegenerativas como la demencia y el accidente cerebrovascular.
Los autores del estudio, liderados por el Dr. Ari J. Green, del Instituto Weill de Neurociencias y los Departamentos de Neurología y Oftalmología de la UCSF, consideran que estos resultados ponen en entredicho los actuales estándares sobre los requerimientos de B12. Según Green, los estudios previos que establecieron los niveles saludables de esta vitamina podrían haber pasado por alto manifestaciones funcionales sutiles que afectan a las personas sin causar síntomas evidentes. En su opinión, redefinir la deficiencia de vitamina B12 incorporando biomarcadores funcionales podría permitir intervenciones más tempranas y prevenir el deterioro cognitivo.
Redefinir la deficiencia de vitamina B12 incorporando biomarcadores funcionales podría permitir intervenciones más tempranas
Los participantes del estudio presentaban un nivel promedio de vitamina B12 en sangre de 414,8 pmol/L, considerablemente por encima del umbral mínimo de 148 pmol/L establecido en Estados Unidos. Sin embargo, tras ajustar factores como edad, sexo, educación y riesgo cardiovascular, los investigadores encontraron que aquellos con menos B12 activa tenían una velocidad de procesamiento más lenta, un efecto que se acentuaba con la edad avanzada.
Las pruebas también mostraron retrasos en la respuesta a estímulos visuales, lo que indica un enlentecimiento en la conectividad cerebral general. Además, los análisis de resonancia magnética revelaron un mayor volumen de lesiones en la sustancia blanca, una condición que se asocia con deterioro cognitivo y otras enfermedades neurológicas.
La coautora del estudio, Alexandra Beaudry-Richard, investigadora del Departamento de Neurología de la UCSF y la Universidad de Ottawa, advirtió que el impacto de los niveles bajos de vitamina B12 en la cognición podría ser mayor de lo que se pensaba y afectar a una proporción significativa de la población.
Los hallazgos del estudio sugieren que las actuales recomendaciones sobre los niveles adecuados de vitamina B12 podrían necesitar una actualización. Beaudry-Richard enfatizó que los médicos deberían considerar la suplementación de esta vitamina en pacientes mayores con síntomas neurológicos, incluso si sus análisis muestran valores dentro del rango normal. En última instancia, los investigadores insisten en la necesidad de más estudios para comprender mejor la biología de la insuficiencia de vitamina B12. De confirmarse estos hallazgos, la detección temprana y la suplementación podrían convertirse en herramientas clave para prevenir el deterioro cognitivo en la población envejecida.
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