La mejora del conocimiento sobre la inflamación y la inmunidad pulmonar en las dos últimas décadas ha dado lugar a tratamientos nuevos e innovadores para el asma, incluidas las terapias biológicas. Los avances en el conocimiento, han sido especialmente relevantes en el caso de un subtipo conocido como asma eosinofílica, relacionada con el reclutamiento y la activación excesiva de unos glóbulos blancos llamados eosinófilos en los pulmones.
Sin embargo, otro tipo de asma, el asma neutrofílica, tiene menos opciones de tratamiento y no responde tan bien al tratamiento de primera línea. En consecuencia, las personas con este tipo de asma, que suele diagnosticarse en adultos, suelen padecer una enfermedad más grave y una peor calidad de vida.
Un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina Chobanian & Avedisian de la Universidad de Boston dirigido por el Dr. Anukul Shenoy, del Departamento de Microbiología e Inmunología y de la División de Medicina Pulmonar y de Cuidados Críticos de la UM, y el Dr. Joseph Mizgerd, está intentando poner solución a la falta de conocimientos sobre el asma neutrofílica y ha desarrollado uno de los primeros modelos de ratón para esta enfermedad.
El modelo aclara la biología subyacente y la actividad inmunitaria de las células pulmonares implicadas en el asma neutrofílica
Mediante la exposición repetida, pero breve, de ratones a un alérgeno inhalado a lo largo del tiempo, lograron imitar la exposición y la actividad inmunitaria dentro de las vías respiratorias de los humanos adultos.
Este tipo de exposición al alérgeno provocó un aumento de la acumulación de distintos tipos de células T, denominadas células CD4+TRM, que están presentes en los pulmones adultos y son responsables de una respuesta rápida a un alérgeno encontrado previamente.
Cuando se activan, un subconjunto de células CD4+TRM que recubren las vías respiratorias produce una citocina IL-17A que persuade a las células epiteliales del pulmón para que recluten neutrófilos, un tipo de glóbulo blanco que provoca inflamación.
Aunque los neutrófilos son importantes para la protección frente a patógenos, su activación en respuesta a un alérgeno inocuo en asmáticos provoca graves daños pulmonares.
Curiosamente, el equipo también descubrió que las células epiteliales intentan controlar esta inflamación mediante una molécula especializada de defensa inmunitaria denominada MHC-II. Para ello, utilizaron la MHC-II para ordenar a un subconjunto diferente de células CD4+TRM de las vías respiratorias que produzcan una citocina IFN-gamma, que suprime de forma potente la inflamación en este modelo de ratón de asma neutrofílica.
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