Draper, una compañía de Ingeniería con sede en Massachusetts (Estados Unidos), ha desarrollado un nuevo dispositivo de neuromodulación inalámbrico que puede ser lo suficientemente pequeño como para implantarse en el interior del cráneo, justo al lado del cerebro.
A día de hoy, los estimuladores cerebrales se colocan, al igual que los marcapasos, debajo de la piel del pecho, con cables eléctricos que llegan a través de la vasculatura al cerebro. Esta circunstancia limita, en ocasiones, el tratamiento a ciertas áreas del cerebro. Así mismo, los cables pueden tener una serie de problemas que limitan su efectividad o que crean inconvenientes adicionales para el paciente.
"Aumentar la funcionalidad del implante mientras se disminuye el tamaño simultáneamente es lo que llamamos miniaturización sin compromiso"
De hecho, la firma ha asegurado que el nuevo sistema es unas 20 veces más pequeño que los mecanismos actuales con capacidades similares. El prototipo, que está avanzando para llegar a convertirse en un producto, podría tener un gran impacto en el tratamiento de enfermedadees complejas.
"Los pacientes y los médicos ven pequeñas tecnologías inalámbricas que moldean otras partes de sus vidas y se preguntan por qué el campo médico no responde con mejores dispositivos", explica Jesse J. Wheeler, jefe de Neurotecnología de Draper.
El propio Wheeler señala que "el sistema consiste en pequeños dispositivos implantables, llamados Gemstones, que tienen un solo centímetro cúbico". "Aumentar la funcionalidad del implante mientras se disminuye el tamaño simultáneamente es lo que llamamos miniaturización sin compromiso", ha sentenciado el jefe de Neurotecnología.