Mediante una bomba se hace hacer circular la sangre del niño a través de un pulmón artificial, que regresa de nuevo hacia el torrente sanguíneo del bebé
El sistema, que de momento ha logrado mantener con vida a cinco corderos prematuros durante una semana, utiliza un mecanismo llamado oxigenación por membrana extracorpórea (OMEC). De esta forma, mediante una bomba se hace hacer circular la sangre del niño a través de un pulmón artificial, que regresa de nuevo hacia el torrente sanguíneo del bebé. El sistema logra simular así el ambiente intrauterino y proporciona al bebé el intercambio de aire necesario sin necesidad de utilizar ventilación mecánica. Para los investigadores, este sistema supone un “cambio de paradigma”, porque consiste en tratar a este tipo de bebés como si aún estuvieran en el útero. “Nuestra investigación está todavía en una etapa muy preliminar, pero hemos pasado un hito importante que nos da la promesa de revolucionar el tratamiento de la prematuridad”, explica George Mychaliska, principal autor de la investigación.
El objetivo final del proyecto, que aún no se ha utilizado en un ensayo clínico y que pretende alargarse durante más de diez años, es que la placenta artificial pueda utilizarse efectivamente en los bebés prematuroscon mayores riesgos de invalidez o de muerte y lograr que continúen el desarrollo de los órganos críticos fuera del vientre de su madre.
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