Desfribiladores con agujas para dar descargas más efectivas ante los ataques cardiacos

Un nuevo dispositivo que complementa a los desfibriladores externos automáticos atraviesa la piel con 180 microagujas para mejorar la administración de la corriente al corazón ante una parada cardiaca

Desfribiladores con agujas para dar descargas más efectivas
Desfribiladores con agujas para dar descargas más efectivas
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12 junio 2018 | 00:00 h

Los desfibriladores externos se utilizan para combatir las paradas cardiorrespiratorias, restableciendo un ritmo cardíaco normal a través de la emisión de un impulso de corriente eléctrica continua al corazón.

Este tipo de aparatos requieren de alta potencia porque deben suministrar una gran cantidad de energía eléctrica en la piel para que llegue la suficiente cantidad al corazón. La piel hace de barrera ante ese flujo de corriente eléctrica, por lo que a veces llegan a producirse intensas quemaduras. 

Por ello, un grupo de estudiantes de la Universidad de Rice (Texas, Estados Unidos) ha desarrollado un dispositivo complementario al desfibrilador para mejorar la administración de la corriente hacia el corazón, lo que podría aumentar las posibilidades de supervivencia de los pacientes y disminuri los daños en la piel.

El sistema consiste en una almohadilla impresa en 3D con 180 microagujas que se clavan en la piel para facilitar la entrada de la corriente eléctrica

La herramienta, denominada Zfib, es una almohadilla impresa en 3D con 180 microagujas en su lado inferior, que se interconecta con los electrodos de desfibrilación existentes haciendo que la corriente pase de froma ma´s efectiva a través de las agujas.

Después de colocarlo sobre la piel, se aplica presión al Zfib empujando las agujas hacia la dermis. Un sensor dentro del dispositivo mide la presión e ilumina con una luz verde que ayuda a garantizar que el Zfib se administre correctamente. Una vez dado este paso, el proceso de desfibrilación puede comenzar de forma normal.

En sus estudios, el equipo demostró que su dispositivo reduce el efecto de la impedancia de la piel en un 72%, lo que al mismo tiempo aumenta las posibilidades de supervivencia del paciente y disminuye las probabilidades de que necesite múltiples descargas.

Los investigadores han explicado que este invento surgió de la inquietud por buscar otras maneras de romper la impedancia de la piel, puesto que algunas de las cosas que se planteaban partían de la utilización de sustancias químicas o de la abrasión, como con la utilización de materiales como el papel de lija. Unos procredimientos inviables si se está ante una situación de emergencia. Así, las agujas fueron una buena opción inspirada en los parches de administración de insulina que atraviesan la piel con microagujas.

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