Diseñan una cinta quirúrgica fácilmente extraíble para sellar heridas internas

Un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha desarrollado recientemente una cinta adhesiva que permite a los cirujanos sellar heridas internas y que puede unirse fácilmente a superficies resbaladizas.

Imagen de la cinta adhesiva (Foto. MIT)
Imagen de la cinta adhesiva (Foto. MIT)
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5 julio 2020 | 00:00 h

Un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha desarrollado recientemente una cinta adhesiva que permite a los cirujanos sellar heridas internas y que puede unirse fácilmente a superficies internas resbaladizas, como un posible reemplazo para las suturas. No obstante, el adhesivo funcionó demasiado bien, por lo que fue difícil de quitar o ajustar sin causar irritación o daño al tejido.

Meses después, el equipo del centro de investigación ha creado una nueva versión de la cinta que se puede desprender fácilmente de la superficie del tejido mediante la aplicación de una solución líquida. El desarrollo hace que la cinta sea más segura y fácil de usar, y permite a los cirujanos retirarla una vez que se ha completado la cicatrización del tejido o ajustar la posición de la cinta si es necesario.

"Nuestro objetivo es utilizar tecnologías bioadhesivas para reemplazar las suturas, que es una tecnología de cierre de heridas de miles de años sin demasiada innovación"

La cinta está concebida como un reemplazo para las suturas internas. "Nuestro objetivo es utilizar tecnologías bioadhesivas para reemplazar las suturas, que es una tecnología de cierre de heridas de miles de años sin demasiada innovación", ha dicho Xuanhe Zhao, un investigador del MIT involucrado en el estudio. "Ahora creemos que tenemos una manera de hacer la próxima innovación para el cierre de heridas".

El adhesivo original incluía ácido poliacrílico y ésteres de NHS, que forman enlaces duraderos con la superficie del tejido. Sin embargo, estos enlaces eran tan fuertes que era difícil quitar la cinta sin causar daños. "Quitar la cinta podría crear más respuesta inflamatoria en el tejido y prolongar la curación", ha sostenido Hyunwoo Yuk, otro investigador involucrado en el estudio. "Es un verdadero problema práctico".

Para abordar esto, los investigadores agregaron una molécula de enlace disulfuro que se puede cortar fácilmente cuando se expone a un agente reductor, lo que significa que los enlaces covalentes entre el adhesivo y las proteínas de la superficie en el tejido pueden romperse. La cinta resultante se puede rociar con una solución reductora y luego se puede despegar fácilmente de la superficie del tejido, independientemente de cuánto tiempo haya estado en su lugar. Lo más importante, la eliminación es indolora y no causa daño tisular.

"La solución convierte este adhesivo extremadamente pegajoso en solo una capa de gel resbaladizo que puede despegarse fácilmente"

"Esto es como una pequeña cura sin dolor para los órganos internos", ha expresado Zhao. "Te pones el adhesivo y, si por alguna razón quieres quitártelo, puedes hacerlo sin problema y, lo más importante, sin dolor". Una vez rociada, la cinta debe remojarse en la solución durante aproximadamente cinco minutos antes de que pueda quitarse.

"Ese es el tiempo que tarda la solución en difundirse a través de la cinta hacia la superficie donde la cinta se une con el tejido", ha manifestado Xiaoyu Chen, un tercer investigador involucrado en el estudio. "En ese momento, la solución convierte este adhesivo extremadamente pegajoso en solo una capa de gel resbaladizo que puede despegarse fácilmente".

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