El Hospital Quirónsalud Vitoria ha adquirido el Láser Ellipse, una máquina puntera para el tratamiento de todo tipo de manchas en la piel. Este tipo de tratamientos son cada vez más demandados por los pacientes en las consultas de medicina estética y dermatología, por lo que la entidad ha incorporado esta tecnología con el objetivo de poder ofrecer a sus pacientes una solución de calidad a este clase de problemas.
La Dra. Libe Aspe, dermatóloga del hospital, afirma que la mayoría de los pacientes que se interesan por estos tratamientos, buscan un efecto de fotorrejuvenecimiento. Es decir, eliminar aquellas manchas de la piel que en la mayoría de los casos son producidas por una exposición solar prolongada a lo largo de toda la vida, pigmentación irregular, manchas a consecuencia del acné o rojeces difusas.
Sin embargo, la doctora apunta que con este láser también se pueden tratar malformaciones de origen vascular como los puntos rubí, las arañas vasculares o los vasos perioculares, así como problemas como la rosácea que causa enrojecimiento de la piel y espinillas, y que en los casos más severos provoca verdadero malestar a los pacientes que la padecen.
El láser es utilizado en tratamientos de fotorrejuvenecimiento y para malformaciones de origen vascular
En algunos casos "son necesarias hasta tres sesiones para lograr el resultado deseado, pero siempre se nota mucho la mejoría desde la primera sesión y, en muchas ocasiones, es suficiente con esa primera sesión para eliminar la mancha por completo", afirma la doctora Aspe.
El Dr. Javier Arnaiz, especialista en medicina estética del hospital, explica que, a partir del día siguiente al tratamiento, el paciente puede realizar una vida totalmente normal -siempre controlando la exposición al sol-. Sin embargo, conviene tener claro que durante los días inmediatamente posteriores al tratamiento las manchas oscurecen debido a la oxidación de la melanina. Después de este corto periodo, la piel ofrece un aspecto muchísimo más luminoso y fresco.
El doctor confirma que se trata de un tratamiento que se realiza siempre sin anestesia y que todo el mundo tolera perfectamente. La mayoría de los pacientes lo describen como una sensación de calor facial, parecida a la que se tiene después de haber estado un día entero en la playa.
Es muy importante evitar la exposición al sol durante el mes siguiente al tratamiento o, de no poder evitarse, utilizar una protección estricta ya que, de lo contrario, los efectos del tratamiento desaparecerían, recalca Arnaiz.