El robot Artas, desarrollado por la estadounidense Restoration Robotics, es el primer robot en España que mecaniza el proceso, y se encuentra en la clínica Imema, en Madrid. Según explica el doctor Eduardo López Bran, director de la clínica, “hay unos 100 robots en todo el mundo”. En España llegó en 2.014, pero ahora presentan la segunda generación de su software, que agiliza el proceso y mejora la intervención y solo está disponible en EEUU y en Madrid.
La diferencia con la generación anterior está, por una parte, en las revoluciones de extracción del pelo. El nuevo sistema tiene 3.000, mientras que el anterior 800. A esto se le suma que el robot no solo realiza la extracción del que será el implante capilar, sino que también realiza las incisiones, con una velocidad de 1.000 por hora.
Otra de las grandes novedades se encuentra en su aplicación 3D, llamada ArtasHair Studio. Se trata de un programa que permite diseñar y personalizar el tratamiento para mostrar al paciente una simulación del resultado, previamente al trasplante. Así, el paciente sabrá cuánta cantidad de pelo le será implantada (la zona “dadora” no es infinita; en función de la densidad habrá más pelo que implantar o menos), y visualizará con una fotografía suya en tres dimensiones cómo quedará.
Todas estas novedades permiten que tanto la extracción del folículo, la realización de las incisiones y la implantación sean mecanizadas y de forma mucho más rápida y precisa. El sistema cuesta entre 6.000 y 10.000 euros, según el área del implante.
Cada vez, reconoce el doctor López, “hay más casos de calvicie en gente joven”. No influyen solo factores genéticos, sino también otros como el “estrés o la ansiedad”, que aumentan los casos de alopecia tanto en hombres como en mujeres. Precisamente el trasplante femenino ha aumentado un 25% en los últimos años.
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