¿Sabes que en España hay 300 proyectos de nanomedicina?

Todos los días aparecen noticias sobre nanotecnología aplicada a la medicina en los diarios. Pero aunque Google es quizá el principal Trending Topic gracias a sus nanopartículas contra el cáncer, en España no solo se está realizando una investigación en nanotecnología contra esta enfermedad, sino que son muchos los proyectos que están avanzando en ella y que no solo son una realidad, sino que “los veremos de aquí a 4 o 5 años”.

ConSalud.es ha hablado con Pedro Serena, investigador del Instituto de Ciencias Materiales del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y miembro de Nano Spain, la Red Española de Nanotecnología. “España produce el 3% de artículos científicos del mundo”, pero no tienen la visibilidad de Google o del Masachussets Institute of Technology (MIT) “porque no tenemos la misma distribución de las noticias”.

El problema está, dice, en la “falta de transparencia”. Por ejemplo, en Nano Spain se están llevando a cabo actualmente 20 proyectos de nanotecnología para medicina, y el doctor calcula que “por lo menos 200 o 300 proyectos de nanomedicina se están moviendo en estos momentos en el país”, pero aunque España está “entre los 8 o 9 primeros países que publica en nanotecnología (incluyendo nanobiología y nanomedicina)” no se puede saber la cifra con exactitud. “En otros países es habitual poder entrar al Ministerio, hacer una consulta por temas o por investigador y dar con la información. En España no hay”.

LA NANOTECNOLOGÍA EN CÁNCER NO ES EL FUTURO, ES “HOY”

Según explica el doctor Serena, la nanomedicina está aplicándose en varias áreas: cáncer, neurología, enfermedades infecciosas, cardiovasculares, musculares, de esqueleto, respiratorias, oftalmología, enfermedades crónicas, etc. De hecho, el Instituto Carlos III, a través de su programa Ciber-bbn (Centro de Investigación de Biomédica en Red –Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina) pone a disposición del ciudadano, a través de su página web, información muy completa de los proyectos que se están realizando en este momento.

Sin embargo, donde más potencial hay actualmente es en cáncer y en enfermedades infecciosas. “Si se hace esa apuesta es porque tanto en tema de diagnóstico como de tratamiento la nanotecnología tiene mucho potencial” para esos problemas. De hecho, no es una cuestión de un futuro lejano. Teniendo en cuenta que fue a principios de los años 2000 cuando comenzaron a realizarse las primeras investigaciones y que estos proyectos, hasta que finalizan, pasan unos 15 años, muchos ya están “en fases 3 y 4 con pacientes en ensayo clínico” Sobre todo, el potencial se encuentra en la liberación progresiva de los fármacos.

Los antibióticos también podrían ser sustituidos por “nanopartículas de plata o cobre como bactericida”. El objetivo es sustituir esos antibióticos tradicionales, porque cada vez hay más problema de resistencia a los mismos. De hecho, las nanopartículas ya se están aplicando en productos para la piel, ojos o vendas contra las infecciones. También en oftalmología, con implantes más eficientes, materiales que aguantan más tiempo y liberación paulatina de fármacos, y en cosmética, donde “la regulación es menos dura y los ensayos clínicos duran menos”.

LOS QUE SE QUEDARÁN EN EL CAMINO

Si desde que comienza un proyecto hasta que se comercializa una patente pasan unos 15 años, el Gobierno “en convocatorias estatales desde el Ministerio, las comunidades autónomas, y también Europa dan ayudas de 200.000 o 300.000 euros; pero el escalado de la producción en las distintas fases requiere inversiones millonarias que suelen ser acometidas por empresas”, expone el doctor. El problema está en que “hay muchos grupos de investigación para la misma enfermedad o con distintas aproximaciones y mucha competencia”, por los que la mayoría se queda en las primeras fases. “Un instituto como CSIC tiene 14.000 artículos; saldrán 150 patentes y de ellas se comercializarán unas 50 al año”, expone, pero no considera esto un fracaso porque no todos los proyectos van enfocados a elaboración de fármacos o terapias; puede simplemente que se busque estudiar el funcionamiento de una proteína. Por eso, “todos tienen éxito”.


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