Siete de cada 10 españoles confió en la telemedicina para atender sus consultas durante la Covid-19

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) destaca el dato de España, con un porcentaje del 71,6% de teleconsultas, frente al 23,2% de uno de nuestros países vecinos, Francia.

Telemedicina (Foto: Freepik)
Telemedicina (Foto: Freepik)
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18 enero 2023 | 17:45 h

Antes de la pandemia de la COVID-19, ya existía un interés creciente en las tecnologías de salud digital, como la telemedicina, como medio para abordar importantes desafíos en materia de políticas de salud. Las poblaciones estaban envejeciendo a nivel mundial y la prevalencia de la multimorbilidad (la presencia de varias enfermedades crónicas en la misma persona) estaba aumentando, junto con la demanda de servicios de atención de la salud más receptivos. 

Con los sistemas de atención médica luchando por abordar necesidades más complejas, muchos países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) también estaban experimentando brechas cada vez mayores entre los trabajadores sanitarios necesarios y los disponibles. 

En 22 países de la OCDE que, a su vez, son Estados miembros de la Unión Europea, un promedio del 32,9% de los adultos encuestados notificaron haber tenido una consulta médica en línea o por teléfono desde el comienzo de la pandemia

A principios de 2020, en respuesta a la crisis motivada por el SARS-CoV-2, tanto los gobiernos como los servicios de provisión médica actuaron con rapidez para simplificar y promover la adopción y el uso de servicios de atención a distancia. Según una encuesta impulsada por la OCDE sobre telemedicina y COVID-19, las consultas digitales representaron el 21% del global en 2020, frente al 11% en 2019.

Los datos de la encuesta brindan información sobre cuántos pacientes usaron teleconsultas durante la pandemia. En 22 países de la OCDE que, a su vez, son Estados miembros de la Unión Europea, un promedio del 32,9% de los adultos encuestados notificaron haber tenido una consulta médica en línea o por teléfono desde el comienzo de la pandemia. 

En febrero-marzo de 2021, por su parte, un promedio del 45,3% de los adultos encuestados declararon haber tenido una consulta médica en línea o por teléfono desde el comienzo de la crisis sanitaria. Significativo el dato de España, con un porcentaje del 71,6% de teleconsultas, frente al 23,2% de uno de nuestros países vecinos, Francia.

DESEQUILIBROS ENTRE PAÍSES

Si bien la pandemia de la COVID-19 ha creado oportunidades para explorar el impacto de los servicios de atención remota en el desempeño del sistema de salud, no todos los países han aprovechado estas oportunidades para recopilar datos y realizar estudios. Solo diez países informaron recopilaciones de datos sobre indicadores de calidad, como los resultados de seguridad y salud.

A pesar de la heterogeneidad significativa en el uso de la telemedicina en la OCDE, hay tres prioridades que los responsables de la formulación de políticas deberían considerar para el futuro. En primer lugar, deben obtener más información sobre qué pacientes usan los servicios de atención a distancia, por qué los usan y qué sucede después de usarlos. Esto es esencial para enriquecer los debates sobre el impacto de los servicios de telemedicina en el desempeño del sistema de salud.

Solo diez países informaron recopilaciones de datos sobre indicadores de calidad, como los resultados de seguridad y salud

Es paralelo, hay que investigar si los acuerdos organizativos y de pago para la prestación de servicios de telemedicina están creando incentivos económicos que fomentan el uso adecuado y eficaz de los servicios. No está nada claro que los precios actuales y los mecanismos de pago a los proveedores de los servicios de atención estén incentivando y promoviendo una atención de alta calidad, entregada en el momento adecuado y al precio adecuado. En la actualidad, hay pocos análisis de datos de costes y utilización para informar las decisiones relacionadas con los arreglos de pago y los precios de los proveedores.

Finalmente, es preciso fomentar un modelo de prestación de atención integrada en el que los servicios de atención a distancia y en persona estén totalmente coordinados y formen parte de una vía de atención continua. Los servicios de atención presencial y remota están actualmente fragmentados, con un desacuerdo significativo entre los proveedores sobre los méritos de los servicios de telemedicina. Esto no es óptimo y no sirve a los intereses de los pacientes.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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