Un saturador sensorial minimiza el dolor de las inyecciones

El dispositivo se coloca sobre el lugar de la inyección y los puntos de contacto romos se presionan firmemente contra la piel. La inyección se administra inmediatamente a través de la abertura central.

Niña recibiendo una inyección (Foto: Freepik)
Niña recibiendo una inyección (Foto: Freepik)
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25 enero 2022 | 00:00 h

Un dispositivo simple, no invasivo y sin medicamentos reduce instantáneamente el dolor y el miedo a las inyecciones.

Concretamente, bajo el nombre de ShotBlocker y desarrollado por Bionix, se trata de una almohadilla de plástico lavable que utiliza una variedad de puntos de contacto romos para saturar las señales sensoriales alrededor del sitio de la inyección, lo que distrae a los pacientes de las señales de dolor de la aguja.

La almohadilla para un solo paciente mantiene un ambiente estéril durante las inyecciones y también elimina los costes asociados a la reesterilización.

Así, ShotBlocker bloquea el dolor de las inyecciones menores sin usar aerosoles refrigerantes químicos, cremas anestésicas o dispositivos de estimulación eléctrica y se puede usar tanto para inyecciones intramusculares como subcutáneas.

El dispositivo se coloca sobre el lugar de la inyección y los puntos de contacto romos se presionan firmemente contra la piel. La inyección se administra inmediatamente a través de la abertura central

El dispositivo se coloca sobre el lugar de la inyección y los puntos de contacto romos se presionan firmemente contra la piel. La inyección se administra inmediatamente a través de la abertura central.

Tras la inyección, ShotBlocker se retira de la piel y se desecha. También el paciente lo puede reutilizar para la próxima inyección.

“Siempre trato de encontrar soluciones para que los pacientes tengan la mejor experiencia en un entorno médico. Recibir inyecciones puede ser aterrador y, a veces, doloroso, y quería encontrar una manera de utilizar la ciencia para mejorar esa experiencia”, ha declarado James Huttner, director médico y vicepresidente de desarrollo de productos de Bionix, quien inventó el ShotBlocker.

“Si la ansiedad o el dolor son un obstáculo para que los niños reciban la vacuna contra la COVID-19, creo que ShotBlocker puede marcar una diferencia real”, ha zanjado Huttner.

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