Avanza el tratamiento del glaucoma en animales: terapias menos invasivas y diagnósticos más precisos

Aunque el tratamiento del glaucoma avanza en buen camino, los casos secundarios de la enfermedad siguen siendo elevados con un 80% en perros y casi un 100% en gatos

Revisión en un perro que padece glaucoma. (Foto: Freepik)
Revisión en un perro que padece glaucoma. (Foto: Freepik)
Itziar Pintado
12 marzo 2024 | 18:00 h
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El desencadenante principal del glaucoma en perros y gatos es el aumento de la presión intraocular (PIO). En esta neuropatía óptica, la compresión en la lámina cribosa y la isquemia del nervio óptico pueden conducir a la apoptosis celular, lo que daría lugar a una ceguera irreversible en el animal. Esta patología celebra su Día Mundial cada 12 de marzo y está presente también en la especie animal.

Al igual que en humanos, existen dos formas principales de glaucoma: primario y secundario. Mientras que el primero se relaciona con anormalidades en las estructuras oculares que regulan la circulación del humor acuoso, el segundo se desarrolla como consecuencia de otras enfermedades oculares que ya existen.

El glaucoma primario tiene un fuerte componente genético entre animales, aunque su modo de herencia no está completamente definido. Por otro lado, el glaucoma secundario surge como resultado de diversas enfermedades oculares, como la uveítis, luxación del cristalino, neoplasias y cataratas.

El glaucoma secundario es más común en perros y gatos, con un 80 y 100% de los casos, respectivamente

En los perros, el glaucoma secundario es más común, suponiendo un 80% de los casos de glaucoma y afecta a razas como el Beagle, Caniche, Dogo Alemán, entre otros. En los gatos, razas como el Siamés, Burmés y Persa son más susceptibles, con casi un 100% de los casos de glaucoma, como explican desde AniCura. En ambas especies, los síntomas suelen presentarse cuando la ceguera es irreversible.

ABORDAJE DEL GLAUCOMA

El tratamiento médico inicial busca reducir la presión intraocular, aunque su eficacia a largo plazo es limitada. La intervención quirúrgica se plantea como una opción más efectiva, aunque su retraso puede aumentar el riesgo de complicaciones, incluida la ceguera.

“La endociclofotocoagulación (ECPE) ha supuesto un gran avance en la cirugía ciclodestructiva al ser un procedimiento más selectivo"

Para aquellos animales que ya han perdido la visión, se consideran opciones como prótesis intraesclerales o procedimientos quirúrgicos más invasivos, como la enucleación o exenteración. “La endociclofotocoagulación (ECPE) ha supuesto un gran avance en la cirugía ciclodestructiva al ser un procedimiento más selectivo para la ablación del epitelio ciliar”, explican expertos de AniCura.

AVANCES EN EL DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

Los avances más recientes se centran en diagnósticos más precisos, tratamientos quirúrgicos mejorados y estrategias de neuroprotección. Técnicas como la tomografía de coherencia óptica permiten una evaluación detallada del daño ocular, mientras que procedimientos como la endociclofotocoagulación determinan de una forma más precisa la localización y extensión del área a tratar.

La investigación continúa en el desarrollo de terapias genéticas y neuroprotectoras para el glaucoma, con la esperanza de ofrecer tratamientos más efectivos y menos invasivos en el futuro. Aunque la experiencia en el campo de la neuroprotección, como señalan los expertos, todavía es limitada, también es esperanzadora.

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