Mercado seguro y control de enfermedades: los horizontes de la Ley de Sanidad Animal de la UE

El Reglamento de la UE tiene como objetivo controlar las enfermedades animales y garantizar el enfoque 'One Health' en todos los Estados miembros.

Los horizontes de la Ley de Sanidad Animal de la UE. (Foto: Wikimedia Commons)
Los horizontes de la Ley de Sanidad Animal de la UE. (Foto: Wikimedia Commons)
Itziar Pintado
25 septiembre 2023 | 13:00 h

Europa continúa trabajando para mejorar la salud animal y garantizar la seguridad, sostenibilidad y calidad de la producción. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) recuerda que la salud animal está “estrechamente relacionada” con la salud de los humanos. El objetivo de la institución es promover mejoras en la producción animal, en el uso de antimicrobianos y en las estrategias de control de enfermedades para garantizar un mercado seguro bajo el paraguas de la seguridad alimentaria.

Dentro de estos objetivos, la Comisión Europea ha trabajado en el desarrollo de la Ley de Sanidad Animal. En el último Reglamento, aprobado en 2016 y puesto en marcha en 2021, la administración europea establece una serie de leyes que garantizan la salud de los animales y el apoyo al sector ganadero. La UE garantiza con esta legislación “un mercado seguro y fluido de animales y de sus productos”.

Entre las medidas, el Reglamento garantiza “un mayor uso de nuevas tecnologías para las actividades de sanidad animal: vigilancia de patógenos, identificación electrónica y registro de animales”. Además, uno de los objetivos principales de la legislación europea es la “detección temprana y control de las enfermedades animales”. En este último grupo se incluyen todas laspatologías emergentes relacionadas con el cambio climático “que ayudará a reducir la aparición y los efectos de las epidemias animales”.

El Reglamento recuerda "que la salud y el bienestar de los animales están vinculados y exige que se tenga en cuenta el bienestar de los animales"

Esta normativa está dirigida a todas las enfermedades transmisibles entre los animales. Además, la UE recuerda que, aunque dentro de este Reglamento no se establecen las normas sobre bienestar animal, sí reconoce “que la salud y el bienestar de los animales están vinculados y exige que se tenga en cuenta el bienestar de los animales al considerar los impactos de las enfermedades y las medidas para combatirlas”.

Además del impacto negativo en la salud animal, estas enfermedades pueden comprometer el mercado, la producción y los costes relacionados con la industria. Algunos de los impactos negativos que señala el Reglamento son “los costes de hacer frente a las enfermedades y la interrupción de los negocios, los costes del sector público de la erradicación y el seguimiento de las enfermedades, y cambios en los patrones de consumo”. Estos problemas de salud animal también pueden afectar a la vida silvestre y perjudicar a los animales salvajes, repercutiendo directamente en un impacto medioambiental negativo.

En los últimos años, estas enfermedades han provocado grandes crisis en la sanidad animal. El ejemplo principal es la influenza aviar, con costes económicos de más de 150 millones de euros y la muerte de más de 30 millones de aves en países europeos. Por otro lado, la peste porcina africana ha dejado desde 2014 y hasta la actualidad más de700.000 cerdos sacrificados en la Unión Europea.

Estas cifras reflejan la importa de establecer un control de las enfermedades animales y garantizar el mercado seguro de las explotaciones, garantizando la viabilidad de los movimientos con el objetivo de no propagar las enfermedades a países libres de contagios.

La institución recuerda que las operaciones de ensamblaje sí representan un riesgo elevado de transmisión de enfermedades animales

Aunque la normativa actual no ha experimentado cambios significativos, la UE eliminó la obligación de justificar determinados movimientos del ganado para reducir las obligaciones administrativas. Sin embargo, la institución recuerda que las operaciones de ensamblaje sí representan un riesgo elevado de transmisión de enfermedades animales. En este sentido, la normativo obliga a seguir unos requisitos zoosanitarios para evitar el riesgo de propagación.

La legislación cede la responsabilidad a los Estados miembros de controlar y garantizar que los productos y animales exportados están en buenas condiciones, son seguros y no representan riesgo para la salud global del lugar de destino. En definitiva, este reglamento promueve medidas efectivas para garantizar el horizonte de la UE, relacionado con el enfoque ‘One Health’ y aplicable hasta 2026.

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