La Consejería de Salud y Políticas Sociales del Gobierno de La Rioja, junto con la dirección general de Dependencia, Discapacidad y Mayores, firmaron el pasado viernes un convenio de colaboración con el Colegio Oficial de Farmacéuticos de La Rioja para la puesta en marcha del programa ‘Soledad no deseada’, que pretende detectar y combatir desde las farmacias rurales riojanas los problemas para la salud física y mental que implica la soledad no deseada en mayores.
No en vano, en La Rioja más del 7% de la población está por encima de 80 años y el 14% tiene más de 65 años. Unas cifras que se espera que vayan en aumento en los próximos años. En este contexto, el envejecimiento poblacional y la dispersión geográfica en pequeños municipios han acentuado la problemática y obligado a tomar medidas. Y qué mejor que abordarlo desde las 158 farmacias riojanas, el 51% de las cuales están en municipios de menos de 1.500 habitantes.
“Si una persona mayor vive sola y no tiene quien le ayude en su día a día es más propensa a no poder cumplir con la toma de su medicación o que se le olvide”
El presidente del Colegio de Farmacéuticos de La Rioja, Miguel Ángel García, ha destacado en ConSalud.es la labor de las farmacias, que llegan hasta el 99% de la población riojana. Lo que las convierte en un recurso sanitario accesible y eficaz, así como en un activo social de gran impacto. “Nuestra cercanía a las personas y la confianza que depositan en su farmacéutico hace que podamos detectar estas situaciones de soledad no deseada de manera temprana, ofrecer apoyo y derivar el caso -de ser necesario- a los servicios sociales”.
Una persona en situación de soledad no deseada, especialmente si está polimedicada, puede enfrentarse a serios problemas para su salud, como la falta de adherencia y continuidad en su tratamiento. “Si una persona mayor vive sola y no tiene quien le ayude en su día a día es más propensa a no poder cumplir con la toma de su medicación o que se le olvide”, remarca García, quien observa que este es uno de los diversos factores de salud que “se agudizan” en población aislada y envejecida.
“Hace dos años ya se implantó en Logroño un programa específico en este ámbito que está dando un resultado excelente en más de una veintena de farmacias"
Alrededor de la mitad de la población riojana se disemina en pequeñas localidades fuera de Logroño. En estos pueblos la amenaza de la soledad no deseada se hace especialmente presente. “La farmacia es un servicio sanitario que llega donde no lo hace prácticamente ningún otro servicio y permite que las personas de los pueblos vivan más tiempo y con mejor calidad de vida. Sin ellas, mucha gente mayor tendría que irse a la ciudad”, destaca el presidente colegial.
De esta manera, el programa se va a desplegar por todas las farmacias situadas fuera de la capital, de municipios más o menos grandes, salvo que expresamente reflejen su deseo de no participar. “Hace dos años ya se implantó en Logroño un programa específico en este ámbito que está dando un resultado excelente en más de una veintena de farmacias. Entiendo que la intención de la Consejería y la Dirección General de Salud es llevarlo ahora al medio rural, pues solo la detección de un caso ya resulta algo importante”, enfatiza García.
“Desde la farmacia, con una serie de indicadores que el farmacéutico tendrá que evaluar, se detectarán estos episodios y se facilitará la coordinación con los servicios sociales de la región”
Este programa está dirigido a que se ponga en marcha una red de apoyo en los municipios pequeños con gente voluntaria que también ayude a estas personas en su funcionamiento cotidiano. “Desde la farmacia, con una serie de indicadores que el farmacéutico tendrá que evaluar, se detectarán estos episodios y se facilitará la coordinación con los servicios sociales de la región”, detalla el responsable del Colegio de Farmacéuticos de La Rioja.
LEY DE FARMACIAS
En la presentación de esta nueva iniciativa, la consejera de Salud y Políticas Sociales, María Martín, recordó que el Gobierno de La Rioja remitirá al parlamento autonómico el proyecto de Ley de Atención y Ordenación Farmacéutica para su debate. Una norma que aspira a actualizar la actual regulación vigente desde 1998 y tiene como objetivos reconocer y fomentar el carácter asistencial y social de la farmacia, especialmente en el ámbito rural. “Habla de cuestiones asistenciales de las que la antigua ley no hablaba. Es una un texto técnicamente impecable por el que cabe felicitar a los técnicos”, concluye Miguel Ángel García.