Problemas bucodentales como el bruxismo, la mala oclusión dental o la tensión en la mandíbula pueden desencadenar una serie de compensaciones musculares y posturales que afectar a las lumbares y cervicales. Los expertos recuerdan que las maloclusiones dentales, desajustes en la alineación de los dientes, pueden tener efectos perjudiciales más allá de la salud bucodental.
Cuando la oclusión dental, la forma en que los dientes se encuentran al cerrar la boca, no es correcta, los músculos faciales se ven afectados, lo que puede llevar a una sobrecarga de la articulación temporomandibular. Esta desalineación muscular y estructural también afecta la columna vertebral, especialmente las cervicales. Con el tiempo, esto puede provocar dolor de cuello, cabeza y mandíbula, así como mareos. Los expertos recuerdan que prevenir y tratar las maloclusiones mediante ortodoncia y otros tratamientos es fundamental para evitar estas consecuencias.
Una maloclusión dental puede alterar la articulación temporomandibular afectando a la columna vertebral y las cervicales
En esta línea, la odontóloga del Departamento de Innovación y Calidad Clínica de Sanitas Dental, Lorena Trinidad Bueno, quien que "es trascendental mantener una postura adecuada al masticar y hablar. Estos hábitos, junto con cuidados dentales regulares que garanticen una salud oral óptima, promueven una columna vertebral más alineada y libre de molestias".
Otro de los hábitos que puede perjudicar tanto nuestra salud oral como producir problemas lumbares y cervicales es el consumo de tabaco. La jefa de la Unidad del Dolor del Hospital Universitario Sanitas Virgen del Mar, Eva Mercado, apunta que "afecta el flujo sanguíneo; agrava el daño estructural en las vértebras; contribuye a la degeneración de los huesos" y "afecta las raíces nerviosas, incrementando el riesgo de dolor radicular y ciática".
Las molestias en la parte superior del cuerpo pueden tener orígenes muy diversos y son cada día más prevalentes. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 500 millones de personas en todo el mundo sufren dolor lumbar y unos 200 millones dolor de cuello. En este sentido, existen varios factores que pueden provocar o agravar estos dolores, como el estrés, que aumenta la tensión muscular en cuello y hombros y está muy relacionado con el dolor cervical crónico, o el sedentarismo, que predispone al dolor cervical y lumbar.