Salud oral infantil: “La respiración bucal es el gran mal de los niños de hoy en día”

Dentalia analiza con la odontopediatra, María Noguerado, las consecuencias de este hábito nocivo

Maria Noguerado, odontopediatra en clinica Oceanic, explica la importancia de la salud oral infantil (Fuente: Oceanic Ortodoncia y Odontología Infantil)
Maria Noguerado, odontopediatra en clinica Oceanic, explica la importancia de la salud oral infantil (Fuente: Oceanic Ortodoncia y Odontología Infantil)
Diego Domingo
8 abril 2024 | 13:00 h

Acudir a la clinica dental durante el primer año de vida de los recién nacidos, incluso durante el embarazo, es fundamental para conocer signos de alarma en algunos hábitos de los menores que pueden comprometer su salud bucodental. Uno de estos malos hábitos es el de respirar por la boca, que puede ser provocado por diversas causas, y tener implicaciones importantes en el desarrollo del maxilar del menor que lleguen a afectar a la funcionalidad de su boca. Los odontopediatras recuerdan que detectar patologías de forma precoz es vital para minimizar los daños en la salud oral del menor

Respirar por la boca tiene numerosas consecuencias en caso de convertirse en un rutina mantenida en el tiempo. La odontopediatra de Oceanic Ortodoncia y Odontología Infantil, María Noguerado, asevera que “la respiración bucal es el gran mal de los niños de hoy en día”. La experta apunta que existen diferentes razones por las que los niños respiran por la boca, pero “lo más frecuente en los niños suele ser infecciones respiratorias repetitivas con hipertrofias de los tejidos linfáticos como las adenoides y las amígdalas. Cuando tienes la nariz colapsada, abres la boca”. 

Respirar por la boca supone que la lengua no esté en su posición y afecte al correcto crecimiento del paladar

La odontopediatra apunta que hay dos problemas que se generan cuando un menor respira por la boca. “El primero es que de repente su vida normal pasa por respirar por la boca; por lo que no se produce el calentamiento del aire, ni la filtración del aire cuando pasa por las fosas nasales y el paso del aire por la garganta puede producir inflamación de las amígdalas. Esto hace que se inicie un círculo vicioso”, advierte

La otra consecuencia de la respiración bucal es “que la lengua ya no está en su sitio”, apunta la Dra. Noguerado. Esto impide la estimulación para el correcto crecimiento del paladar “y lo que ocurre es que se empieza a quedar estrecho, lo que provoca que finalmente la lengua no quepa correctamente”, añade. Esta situación provoca que el hábito que se había adquirido se convierta en una necesidad porque el niño ya no puede introducir su lengua en el paladar. 

Recuerda que para el buen desarrollo del macizo del tercio medio de la cara, que es el paladar y labase de la nariz, la lengua tiene que estar colocada en el paladar, en la posición de reposo. En esta posición se produce un estímulo de manera natural y el paladar crece en anchura y anteroposteriormente. 

“El riesgo de sufrir apnea obstructiva del sueño está muy relacionado con ser respirador oral”

“Respirar por la boca es nocivo durante el día pero mucho peor durante la noche que es cuando el cuerpo realiza muchos mecanismos necesarios para el organismo. El respirar por la boca hace que se colapse la vía aérea. El riesgo de sufrir apnea obstructiva del sueño está muy relacionado con ser respirador oral”, revela la experta. 

Durante la primera infancia, el uso del chupete cumple precisamente, la importante función de evitar la muerte súbita porque el chupete fuerza a la lengua a estar en contacto con el paladar y evita el colapso de la vía aérea. 

“Cuando aparece el ronquido es un síntoma de que el problema ya es importante”, señala la odontopediatra. Es cuando se podrían empezar a diagnosticar los síndromes de apnea obstructiva del sueño según su gravedad, entre leve, moderado y severo dependiendo del número de apneas que se tengan cada hora”, explica la Dra. Noguerado. 

“La prevención es lo primero y acudir al dentista durante el embarazo y en el primer año de vida del niño permite que el profesional pueda explicar todas las situaciones anómalas que puedan darse”

Los odontopediatras son fundamentales también en la formación y educación de los padres sobre el comportamiento normal que deben tener los hijos. “Cuando acuden a mi consulta les digo: el niño tiene que respirar por la nariz, tiene que tener la boca cerrada, el niño no tiene que roncar… Intento transmitir que la prevención es lo primero y acudir al dentista durante el embarazo y sobre todo durante el primer año de vida del niño permite que el profesional te pueda explicar todas estas situaciones”, relata la doctora.

Los síntomas con los que los padres pueden detectar el hábito de respiración bucal es porque el niño rechina mucho por la noche, está ojeroso, puede tener la nariz más pequeña porque no se está desarrollando bien o tener la sensación de que el menor tiene el cuello hacia adelante para compensar anatómicamente que la garganta está colapsada, adelantando la cabeza hacia delante. 

Una de las patologías que se desarrolla más frecuentemente en este tipo de pacientes es la mordida cruzada “que según los libros de ortodoncia es la única urgencia real de ortodoncia porque un niño que está creciendo torcido es un paciente que hay que tratar”. La experta señala que en niños esto se puede corregir en 15 o 30 días mientras que en la edad adulta requiere cirugía maxilofacial. Otra consecuencia puede ser el bruxismo, que apunta la odontopediatra: “Es un síntoma de algo que está pasando a nivel neurológico y en gran parte de los casos viene determinado por una falta de ventilación”.

“Los niños que respiran por la boca suelen comer mal y tienen hábitos de masticación incorrectos que pueden influir en la forma de los dientes”

La mayoría de los niños que respiran por la boca, suelen comer y masticar mal. “Esto es debido a que si además de masticar tienen que respirar por la boca lo que hacen es engullir. Son los típicos niños a los que se les hace en bola los alimentos, suelen comer mal, se atragantan, etc. Estos hábitos de masticación que no son correctos pueden también determinar la forma de los dientes que en lugar de estar pulidos pueden parecer puntiagudos”, indica la doctora.

Cuando se detectan síntomas que son signos de alarma se puede realizar un abordaje multidisciplinar entre dentistas y otros especialistas como otorrinos para determinar la causa del problema. “A partir de ahí tenemos que trabajar en rehabilitar el hábito de respiración intentando que el niño mantenga la boca cerrada para lo cual se pueden usar por ejemplo las tiras que se emplean mucho ahora en el deporte”. En el caso de que se haya instaurado una maloclusión, la experta concluye que "sería necesario realizar un tratamiento de ortodoncia". 

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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