La compañía Biogen, finalmente, ha descartado su fármaco experimental opicinumab para la esclerosis múltiple, así como otro candidato para la atrofia muscular espinal.
Concretamente, la empresa ha anunciado que el estudio AFFINITY de Fase 2 de opicinumab, no ha cumplido con los criterios de valoración primarios y secundarios por lo que Biogen ha decidido interrumpir el desarrollo del medicamento.
En 2016, el fármaco ya registró un fracaso similar de fase 2 al no alcanzar sus puntos finales primarios y secundarios para la esclerosis múltiple en el llamado ensayo SYNERGY.
Ese ensayo analizó si el fármaco podía tener un efecto sobre un criterio de valoración principal de “componentes múltiples” diseñado para evaluar la deambulación, la función de las extremidades superiores y la discapacidad física en pacientes con formas recurrentes de esclerosis múltiple. Sin embargo, el opicinumab no superó al placebo en este sentido.
En 2016, el fármaco ya registró un fracaso similar de fase 2 al no alcanzar sus puntos finales primarios y secundarios para la EM
De igual modo, un criterio de valoración secundario de eficacia, destinado a evaluar la desaceleración de la progresión de la discapacidad, también resultó negativo.
Sin embargo, la compañía en ese momento, decidió continuar con los ensayos, debido a que a su parecer, los datos mostraban un mayor efecto clínico de opicinumab frente a placebo.
Eso condujo al estudio AFFINITY, iniciado en 2017, que analizó el opicinumab como una terapia complementaria en pacientes que están adecuadamente controlados con su terapia antiinflamatoria modificadora de la enfermedad (DMT), en comparación con el DMT solo. Pero, los resultados no fueron prometedores.