Las demandas contra el fabricante de OxyContin, Purdue Pharma, se intensifican y cada vez son más los estados de Estados Unidos que se unen a esta avalancha de litigios y acusan a la compañía de alimentar una epidemia nacional de opiáceos al comercializar de forme engañosa sus analgésicos recetados para generar miles de millones de dólares en ventas.
Los fiscales estatales de Nevada, Texas, Florida, Carolina del Norte, Dakota del Norte y Tennessee también han acusado a Purdue Pharma de violar las leyes estatales de protección al consumidor al negar o restar importancia al riesgo de adicción al exagerar los beneficios de los opiáceos.
Purdue Pharma sigue negando las acusaciones alegando que sus medicamentos fueron aprobados por la FDA
Por su parte, Purdue afirmó el pasado mes de febrero que dejó de promover los opiáceos a los médicos tras las críticas generalizadas sobre la forma en que las farmacéuticas comercializan analgésicos altamente adictivos.
Sin embargo, parece que los estados no se han creído las palabras de la compañía. De hecho, la semana pasada, Massachusetts envió una carta a Purdue notificando a la compañía su intención de demandar.
Pese al incremento de demandas, Purdue Pharma sigue negando las acusaciones alegando que sus medicamentos fueron aprobados por la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) y representaron solo el 2% de todas las recetas de opiáceos.
"Estamos decepcionados porque después de meses de negociaciones de buena fe en busca de una resolución significativa para ayudar a estos estados a enfrentar la crisis de opiáceos, este grupo de abogados generales haya decidido unilateralmente llevar adelante un proceso de litigio prolongado y costoso", declaró la compañía.